El crecimiento de la economía fue de 2,3 por ciento en febrero respecto de igual mes del año anterior. El informe del Indec precisó además que el aumento acumulado en el primer bimestre de 2013 alcanzó a 2,8 por ciento. La actividad recupera dinamismo por dos motivos. El primero es el desempeño de la construcción, que toma impulso gracias a la obra pública. El segundo es el consumo del sector privado, lo que se explica por la estabilidad del mercado laboral y salarios reales que no pierden poder de compra. La expectativa para los próximos meses es de optimismo, porque se incorpora el efecto de las exportaciones del campo, con el inicio de la liquidación de la soja, mientras que se espera que tanto la industria como las inversiones de las empresas aporten en la expansión de la actividad.

Durante 2012 hubo una desaceleración de la economía con respecto a las elevadas tasas de crecimiento de la posconvertibilidad. Esto lo explicó el retroceso de la cosecha del agro, por la sequía de la campaña 2011/2012. También el fuerte freno de las exportaciones industriales, debido al menor crecimiento de socios comerciales como Brasil. Y además la caída de la construcción, derivada de un parate en la obra pública para evitar poner en riesgo el resultado de las cuentas externas y de las privadas por las restricciones cambiarias. En cambio, en 2013 los primeros factores limitantes, afirman distintos analistas, no se encuentran presentes, lo que incrementa las posibilidades de crecimiento.

A diferencia del año pasado, la construcción es uno de estos bloques que viene creciendo e impulsa la actividad. Con una cuenta de dólares algo más relajada, gracias a los menores vencimiento de deuda pública, los gastos en infraestructura del sector público volvieron a recuperar dinamismo. Los programas de obras del Estado, como Pro.Cre.Ar y el Plan Federal de Viviendas, manifiestan el protagonismo en el sector, aunque los proyectos de los particulares también avanzan.

Distintos analistas esperan que el crecimiento de la economía sea aun más elevado en los próximos meses. Uno de los factores que entra en juego es la liquidación de la cosecha. Mientras que la fuerte sequía del año pasado determinó una campaña de 90 millones toneladas, este año se la estima por arriba de las 103 millones. Si bien algunos economistas del establishment pronostican que ese efecto se puede diluir por un retroceso de los precios de las materias primas, pocos especialistas del sector suponen que eso ocurra en 2013 y señalan que el agro afianzará el crecimiento.

La industria manufacturera es otro de los sectores que colaborará para expandir la actividad. Aunque en febrero las fábricas registraron un retroceso del 4,4 por ciento, los pronósticos para el cierre de 2013 son de crecimiento. Las terminales automotrices lograron recomponerse de la desaceleración del 2012, gracias a que las exportaciones a Brasil, el principal consumidor de autos locales, retomaron dinamismo. Además, el consumo del mercado interno es uno de los elementos que se mantiene firme y colaborará con un mejor desempeño de la economía. Los datos de mercado estiman una expansión de 4 por ciento al cierre de 2013.