La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer a la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA). Del encuentro participó la mayoría del gabinete económico y se trataron distintos temas relacionados con la competitividad del sector manufacturero, aunque no se habló del dólar. “Fue una reunión muy positiva, donde se hablaron unos cuantos temas, como el crédito para capital de trabajo para la pequeña y mediana empresa y la cuestión medioambiental. Tuvimos una enorme receptividad por parte del Gobierno y agendamos para seguir hablando en los próximos días con los ministros y el jefe de Gabinete”, señaló a este diario el titular de la UIA, Héctor Méndez.

Los industriales acordaron pedir una reunión con la jefa de Estado hace dos semanas, en el primer encuentro del comité ejecutivo tras la asunción de Méndez al frente de la entidad fabril. La última reunión anterior con el cónclave fabril fue hace dos años. La misiva con el pedido fue remitida a la Presidenta el martes pasado. El objetivo es no perder el diálogo que supo construir Mendiguren durante su conducción. De hecho, Méndez había manifestado su descontento por la falta de competitividad de la actividad manufacturera, los altos costos internos y el clima de negocios. “Esta no es una década ganada”, fue la frase más fuerte de sus primeras intervenciones, con la que replicó el slogan con que se conmemoró los diez años del kirchnerismo.

La audiencia comenzó a las 20.20 en la Casa de Gobierno luego de que la Presidenta retornó de Río Gallegos, donde inauguró un laboratorio de investigaciones forenses (ver aparte). Cristina estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y los ministros de Economía, Hernán Lorenzino; el viceministro, Axel Kicillof; de Industria, Débora Giorgi; de Planificación Federal, Julio De Vido; y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “Nos recibió con una línea ganadora”, le dijo Méndez a la primera mandataria en referencia a los ministros, como una manera de romper el hielo. “Fuimos bien recibidos y tratados con mucho respeto”, destacó Méndez.

En el encuentro se hizo mención a la relación bilateral con Brasil, en donde la voz cantante fue la de Mendiguren, quien la semana pasada viajó a Brasilia para reunirse con el canciller, Antonio Patriota; el ministro de Producción, Fernando Pimentel; y el asesor presidencial, Marco Aurelio García. Pero también se trataron temas relacionados con el crédito a las pequeñas y medianas empresas, en los que los popes fabriles encuentran un escollo que hace a la competitividad del sector.

Consultado acerca de si hubo reclamos por un supuesto atraso del tipo de cambio, el empresario del sector plástico respondió: “No hubo planteos del dólar. No surgió (...). Hablamos de problemas que tenemos que hacen a la competitividad, como el crédito automático; antes, cuando una pyme se atrasaba en el pago de un impuesto, el banco le permitía tomar crédito para regularizarlo. Es una herramienta fundamental”, explicó Méndez. En este argumento coincidieron Kicillof y Moreno, según relataron empresarios presentes en el encuentro.

“Fue una reunión muy protocolar, pero estuvo casi todo el gabinete y la Presidenta nos saludó a todos muy cordialmente”, dijo el prosecretario de la entidad, Francisco Gliemmo. Por su parte, Guillermo Moretti se limitó a señalar que durante la reunión se tocaron temas en general, “pero rescatamos que hubo un muy buen diálogo”.

Méndez asistió acompañado del secretario de la UIA y ex presidente de la institución, José Ignacio de Mendiguren, y los miembros del comité ejecutivo Luis Betnaza, directivo del Grupo Techint; Adrián Kaufmann, de Arcor; el salteño José Urtubey; Luis María Ureta Sáenz Peña, de Peugeot; Juan Carlos Sacco, del sector gráfico; Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza; Juan Carlos Lascurain, de Adimra; el chaqueño Ricardo Khayat; y Guillermo Padilla, empresario del rubro bebidas.