El consejo de administración de Repsol considerará en su reunión de mañana una oferta de compensación del gobierno argentino por la nacionalización del paquete de control de la petrolera YPF. La propuesta llegó en manos de las autoridades de Pemex, la firma mexicana titular del 9,49 por ciento de las acciones de Repsol, que es la que mejores relaciones mantiene con el gobierno argentino dentro del bloque de firmas que integran el directorio de Repsol. Unas semanas atrás, en una acción conjunta, los tres principales accionistas minoritarios de Repsol (Pemex, Grupo La Caixa y la constructora Sacyr Vallehermoso, estas dos últimas españolas) le habían reclamado al CEO de la empresa, Antonio Brufau, un cambio de actitud hacia Argentina y la búsqueda de un acuerdo para cerrar el conflicto por la nacionalización de YPF. Aunque la propuesta que se considerará mañana aún estaría lejos de satisfacer la demanda de la petrolera española, se evalúa que podría ser el punto de partida para una negociación que apunte a mejores resultados más adelante.

La propuesta argentina recibida por Pemex se compondría de un pago de 1500 millones de dólares en títulos públicos de deuda argentina, más una participación del 47 por ciento en una sociedad que se formaría para explotar un área de la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén. El resto del capital accionario quedaría en manos de YPF (51 por ciento) y la propia Pemex (2 por ciento).

En fuentes financieras españolas se considera que la valuación que Argentina le otorga a la participación accionaria que le ofrece a Repsol (ascendería a 3500 millones de dólares) es exagerado, ya que sólo representa el 6 por ciento de toda la formación, potencialmente rica en gas y petróleo no convencional. Por otra parte, no encuentran atractivo en que Repsol participe de un área (Vaca Muerta) que ya había declarado ajena a su interés –fue uno de los detonantes para provocar la expropiación– y en la que debería hacer futuras inversiones para mantener su perspectiva de producción. Además, la oferta en conjunto (teóricamente valuada en 5000 millones de dólares) no contempla pago en efectivo alguno y no alcanza ni el 50 por ciento de la pretensión planteada por la petrolera española (10.500 millones de dólares).

Aunque la propuesta así formulada no constituya un punto de arribo, la intención de los socios principales (Pemex y La Caixa) es que inicie un proceso de arreglo de la situación que señalan como “más conveniente que un incierto camino judicial”. El empresario mexicano Carlos Slim, titular del 8 por ciento de las acciones de YPF, es señalado como uno de los principales impulsores del acercamiento entre las autoridades de Pemex e YPF. Carlos Bettini, embajador argentino en Madrid, es otro de los activos operadores del eventual acuerdo.

Emilio Lozoya, presidente de Pemex, gestionó personalmente ante Brufau e Isidoro Fainé (La Caixa) el tratamiento de la propuesta argentina. Y no niega el interés de la petrolera estatal mexicana en tener una mayor participación en los negocios petroleros en Argentina, particularmente en la promisoria área de Vaca Muerta.