El consejo de administración de Repsol rechazó ayer por unanimidad la propuesta informal que hizo llegar YPF para compensar a la empresa española por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera nacional el año pasado. Repsol indicó en un comunicado, remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España, que la oferta era “insatisfactoria para los intereses de la compañía” porque “no responde en su cuantía a la pérdida sufrida por Repsol”. La pretensión de la firma es una indemnización de 10.500 millones de dólares, contra los 5000 millones aproximadamente que implicaba la propuesta argentina, consistente en la creación de una sociedad conjunta, con participación mayoritaria de YPF, para la explotación del 6 por ciento de la formación de Vaca Muerta, potencialmente rica en gas y petróleo no convencional.

En el comunicado de Repsol se remarcan dos conceptos: que la oferta es insuficiente, como se mencionó al comienzo, pero también que es un hecho auspicioso que la Argentina haya iniciado un camino de negociación extrajudicial. Repsol valora “el interés” de por lograr un acuerdo, destaca. Esas dos ideas resumen las posiciones de los accionistas principales de la petrolera, que finalmente votaron por unanimidad. Semanas atrás, los tres principales accionistas minoritarios de Repsol, Pemex, Grupo La Caixa y la constructora Sacyr Vallehermoso, le reclamaron al CEO de la empresa, Antonio Brufau, un cambio de actitud hacia la Argentina y la búsqueda de un arreglo para cerrar el conflicto por la nacionalización de YPF.

Desde fines de la semana pasada fuentes de Repsol cercanas a Brufau anticiparon que la alternativa elevada por YPF a través de Pemex, de la que participa el empresario mexicano Carlos Slim, sería rechazada. Pero la empresa española no le cierra la puerta a las negociaciones, sino que más bien pretende que el gobierno de Cristina Kirchner mejore la oferta. YPF destacó en un comunicado que el gobierno argentino no hizo ninguna oferta formal, sino que representantes de la empresa tuvieron contactos informales con Repsol (ver aparte).

Los socios minoritarios de Repsol consideran que la búsqueda de un entendimiento es “más conveniente que un incierto camino judicial”.

El comunicado de la petrolera explica que el consejo de administración tomó su decisión luego de evaluar un “exhaustivo análisis técnico y económico interno”, que estuvo apoyado por “informes de especialistas externos”. El estudio concluyó que “la oferta no responde en su cuantía a la pérdida sufrida por Repsol, ya que se basa en activos sobrevalorados, alejados de los valores del mercado”. Además, Repsol considera que la “estructura” de la oferta “dista mucho” de los intereses de la empresa, porque carece de una compensación monetaria “disponible o realizable”, no cuenta “con las mínimas garantías jurídicas y económicas” y porque supone inversiones “obligadas y cuantiosas”.

La propuesta argentina consistía en un pago de 1500 millones de dólares en títulos públicos, más una participación del 47 por ciento en una sociedad que se formaría para explotar un área de la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén. El resto del capital accionario quedaría en manos de YPF (51 por ciento) y Pemex (2 por ciento). Como anticipó este diario, fuentes financieras españolas consideraban que la valuación que le otorga Argentina a la participación accionaria que le ofrece a Repsol (unos 3500 millones de dólares) es exagerada. Por otra parte, no les resultaba atractivo que Repsol participara de un área (Vaca Muerta) que ya había declarado ajena a su interés –fue uno de los detonantes de la expropiación– y en la que debería hacer futuras inversiones para mantener su perspectiva de producción. El otro punto, destacado en el comunicado de ayer, era que no había ningún pago en efectivo.

El comunicado a la Comisión de Valores española destaca que, más allá del rechazo unánime, la empresa valora “el interés del gobierno argentino de alcanzar una solución negociada” y confía en que mantenga “una actitud abierta al diálogo” para llegar a un acuerdo. Este convenio debería alcanzarse “a través de los cauces societarios, con serenidad y equilibrio”, y debería representar “la satisfacción de una justa compensación para Repsol, lo que permitirá la finalización de las reclamaciones por la expropiación”, reclamó la petrolera.