El Gobierno amplió la convocatoria al acto en Río Gallegos con motivo de la adjudicación de las obras para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que se realizará mañana en el Arzobispado de la capital santacruceña. La invitación había arribado la semana pasada a la Unión Industrial, la Asociación de Bancos de Argentina (Adeba) y la Cámara de la Construcción. Todos confirmaron su presencia. Durante el fin de semana, la Presidencia cursó invitación también a las cámaras que aglutinan a pequeñas y medianas empresas, y a los gremios. Es la primera vez que las entidades pyme reciben una convocatoria de este tipo, lo que hace prever un inminente encuentro con la Presidenta en el marco de la mesa de diálogo a la que llamó el miércoles pasado para debatir el proyecto económico y político. En las comunicaciones del fin de semana se habló de que habría reunión luego del acto, en un hotel cercano al lugar.

La convocatoria se extendió a todos los actores económicos. No se invitó a las corporaciones agropecuarias y a la CGT opositora, quienes manifestaron sus críticas mediáticas por no ser parte del convite, pese a que en los últimos días se mostraron más interesados en reunirse con el arco opositor que a discutir las actuales políticas económicas. La invitación a cámaras empresarias y sindicatos surgió luego de que la Presidenta se refiriera con duros términos a los grupos económicos que pugnan por mayor devaluación del tipo de cambio o endeudamiento externo. “No quiero hablar con el banco de suplentes; quiero convocar a un debate en serio, pero con los titulares”, señaló Cristina desde el estrado en Tecnópolis.

Al día siguiente comenzaron a llegar a los despachos de los titulares de esas entidades las primeras invitaciones desde el Ministerio de Planificación al acto en Río Gallegos, y desde entonces la expectativa de los empresarios se acrecentó en torno a que ése sería el escenario para una reunión que defina una agenda de trabajo tripartito, entre empresarios, trabajadores y Estado. El convite se extendió con el transcurso de los días a otras entidades empresarias, como la CGE y Cgera, y la posibilidad de que se realice una reunión con la jefa de Estado comenzó a sonar con más fuerza. Entre los que recibieron la confirmación oficial a la convocatoria se encuentra el titular de la CTA, Hugo Yasky. “La invitación llegó de la Secretaría General de Presidencia. Esto permitirá abrir una agenda de discusión”, confirmó a Página/12 ese dirigente gremial, quien adelantó que llevarán al encuentro una serie de planteos que “forman parte de la agenda social”.

También participarán del acto el titular de la CGT, Antonio Caló, y de la Uocra, Gerardo Martínez. Las entidades gremiales explicitarán su rechazo a los pedidos empresarios de devaluación y endeudamiento, e irán con agenda propia: avanzar en una reforma tributaria que contemple el proyecto de incluir a la actividad financiera en el pago de Ganancias para personas físicas, una actualización en las alícuotas de ese gravamen para los trabajadores y la aplicación de políticas contra el trabajo precario. “Rechazamos todo lo que implique un ajuste sobre los salarios y ratificamos la defensa del modelo económico y social actual”, agregó Yasky.

Los empresarios también arman su agenda. El presidente de la UIA, Héctor Méndez, quien ya aseguró su asistencia al encuentro, afirmó: “Veamos lo que la Presidenta nos plantea; tenemos algunas cosas que le hemos planteado del sector industrial. Empezamos a hablar antes de las elecciones y seguimos hablando”, manifestó. “Habría que concentrarse más en el día a día de lo que la gente necesita, las empresas necesitan despolitizar un poco todo el tema y dedicarse a esto. Habría que bajar el nivel de alteración y trabajar”, sostuvo. Brito, quien acudirá en representación de bancos privados y a quien se refirió la Presidenta en el acto del miércoles último, mantuvo el hermetismo.

Las más entusiasmadas son las entidades pyme, convocadas a debatir con las grandes firmas. “Es un ámbito muy propicio para un encuentro tripartito. Nosotros mantenemos reuniones y trabajos con el Gobierno de manera fluida, pero una reunión con la Presidenta es otra historia”, dijo a este diario el vice de Cgera, Raúl Zybersztein. El empresario del sector marroquinero remarcó la importancia de reunir a todos los sectores en un contexto donde quedó en claro que “hay muchos intereses en juego que se manifestaron en las elecciones (primarias)”. En la misma línea se posicionó el titular de la CGE, Ider Peretti: “Es una oportunidad muy importante de sentarse en la misma mesa a hablar de competitividad, rentabilidad empresaria, crecimiento, que la crisis mundial puso en jaque”. La entidad se reúne hoy para definir una lista de temas que puedan acercarle mañana a la Presidenta.