Nadie puede negar a esta altura que el trabajo es uno de los pilares del modelo de país que iniciara en 2003 Néstor Kirchner. Pero no ha sido sólo cantidad de empleo lo que hemos ganado en esta década, sino calidad. Porque esa gran transformación que implicó la creación de cinco millones de puestos de trabajo encierra otro dato crucial: ocho de cada diez de esos nuevos empleos son registrados. Es decir, cuentan con todos los derechos que hacen a la seguridad social: obra social, jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, protección frente a accidentes de trabajo y seguro de desempleo.

Con la mirada puesta en seguir avanzando en este modelo de inclusión y de ampliar estos derechos a los sectores más postergados es que, a partir de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, venimos profundizando la instrumentación de los Convenios de Corresponsabilidad Gremial. ¿Y qué es el CCG? Se trata de una instancia de diálogo entre productores y trabajadores que les permite establecer, de común acuerdo, una tarifa destinada a la seguridad social en forma sustitutiva de los aportes y contribuciones mensuales, y que se paga cuando se cobra la cosecha. O sea, acompaña el ciclo productivo.

Esta herramienta está orientada principalmente a los trabajadores temporarios de las economías regionales, que por la estacionalidad de sus fuentes de trabajo presentan índices más altos de informalidad que el resto de los asalariados. Un sector emblemático de esta modalidad laboral es el rural. Allí pusimos el foco. Y los resultados fueron más que alentadores.

Que lo cuenten, si no, los trabajadores de la actividad forestal de Chaco. Luego de dos años de haberse firmado el Convenio se declararon más de 2000 puestos de trabajo y, al mismo tiempo, se logró duplicar la cantidad de empleadores registrados en la actividad. En el caso del CCG de Tabaco Virginia Chaco se alcanzó un incremento del 71 por ciento en la cantidad de empleadores que declaran trabajadores a cargo. Como resultado de esta buena experiencia, en 2012 se suscribió el Convenio de Corresponsabilidad Multiproducto de la Provincia de Chaco, que permitió enmarcar a todas las actividades agrícolas de la provincia en los Convenios de Corresponsabilidad Gremial.

El sector vitivinícola también fue beneficiado por el CCG. En diciembre de 2011 se suscribieron los convenios para los trabajadores de este rubro en las provincias de Mendoza, San Juan y Río Negro. A dos años de iniciado el programa se declararon 61.039 puestos de trabajo, lo que representa un incremento del 87 por ciento. Una muestra más del impacto favorable que tuvo este instrumento en las economías del interior, para empleadores y trabajadores.

Desgraciadamente, hace diez años, el trabajo registrado era una frase inexistente en el diccionario de muchos argentinos. Hoy es una realidad concreta para miles de trabajadores. Sabemos que aún falta más, pero conocemos el camino para lograrlo. El del Consejo del Salario y las paritarias. El de los Repro, de los programas de capacitación y la política de inserción laboral para jóvenes. Y, por supuesto, el de los Convenios de Corresponsabilidad Gremial, que impulsan el trabajo registrado en las economías regionales de todo el país.

* Secretaria de Seguridad Social.