Los acreedores privados alemanes e italianos que invirtieron 20.000 millones de euros en bonos argentinos decidieron ayer en Dusseldorf unirse para reclamar la devolución del 100 por ciento del valor nominal de esos papeles en default. El grupo germano-italiano se denomina IGOR (International Group of Rome for Argentina Bondholders) y se ha convertido en el mayor acreedor privado del Estado argentino, junto con la agrupación TFA, que reúne a los poseedores italianos de bonos argentinos. Los inversionistas alemanes tienen un total de 200.000 depósitos y los italianos alrededor de 600.000, por un total de 20.000 millones de euros. Paralelamente, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, empezará mañana una gira por Japón, Estados Unidos y Europa para dialogar con aquellos y otros acreedores, con el objetivo de que empiecen a aceptar la quita de capital que les propondrá en septiembre la administración Kirchner.