El Gobierno dará a conocer esta semana una solución para unificar los coeficientes de ajuste de deudas surgidos tras la devaluación: el CER y el CVS. Como había adelantado el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el objetivo es no sólo compensar el 15 por ciento de aumento en el CVS que provocará el reciente aumento salarial dispuesto por el Ejecutivo, sino también terminar con la “dualidad” entre los dos indicadores según la cual “un aumento para los trabajadores perjudica a los deudores”.
La no modificación del CVS significaría que el conjunto de los deudores cuyos pasivos se ajustan por este indicador verán incrementada su deuda en 1125 millones de pesos. También que los alquileres se indexarán un 15 por ciento. Este fin de semana, Alberto Fernández estuvo reunido con Roberto Lavagna para efectivizar la orden presidencial de “dictar una solución, y terminar con esta cuestión”. Una de las posibilidades en las que trabaja el Gobierno es en unificar ambos coeficientes y establecer pautas indexatorias programadas similares a las utilizadas por Chile.
El jefe de Gabinete había señalado que el CVS “surgió en un momento de urgencia en la Argentina donde se preveía un proceso hiperinflacionario que nunca existió”.
Desde el sector financiero, Carlos Heller, de la Asociación de Bancos Públicos y Privados, estimó que el Gobierno “probablemente” no tuvo en cuenta el efecto que provocaría un ajuste en los salarios sobre las hipotecas y alquileres. Afirmó además que cuando se promovió el CVS, “no se manejaban expectativas de subas de sueldos”.
El problema es que la eliminación del CVS supondría una nueva indemnización a los banqueros por más de 1000 millones de pesos, por eso el objetivo es encontrar un mecanismo que reparta las cargas entre las partes, deudores, bancos y Estado.