Argentina quedó afuera de la lista de países que podrán exportar biocombustible al mercado español. Las plantas locales no alcanzaron el puntaje mínimo para obtener una cuota de comercialización, según la justificación del gobierno de Mariano Rajoy. El criterio de España para evaluar los establecimientos se basó en la capacidad financiera, de producción y de exportación de las empresas. En Carbio, entidad que agrupa a fabricantes argentinos, explicaron que firmas nacionales superaron con margen esos requisitos y que la medida es una estrategia de proteccionismo encubierto. Los intentos de defensa serán una presentación ante tribunales españoles y luego los empresarios analizan concurrir otra vez a la OMC. En los primeros nueve meses de 2013, Argentina anotó exportaciones de biocombustible por 777 millones de dólares, de los cuales 40 por ciento se explicó por despachos a España.

“La iniciativa no es justificada y es discriminatoria”, indicó Gustavo Idígora, de Carbio. El referente explicó que España dejó afuera a las firmas argentinas porque pretende defender a sus propias empresas, con políticas poco claras respecto de los criterios de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los intentos para cerrar las exportaciones locales al mercado español comenzaron en abril del año pasado. En ese momento, el país europeo implementó una norma por la cual se excluían las compras de biocombustible que no fueran del Viejo Continente. Frente a esto, la Cancillería presentó un reclamo formal a organismos internacionales que regulan el comercio entre países, consiguiendo dar marcha atrás este primer intento de bloqueo español.

Luego de esa prueba, en febrero de este año España anunció que implementaría un esquema de cuotas para el mercado de biocombustible. Esto implica la regulación de proveedores por país y por empresa. Las firmas argentinas presentaron la documentación diplomática necesaria para competir por las cuotas y quedaron a la espera de la selección de empresas que podrían continuar abasteciendo al mercado español. En estos días, tras diez meses sin novedades, el país europeo distribuyó la lista de fabricantes que consiguieron cupos. Los criterios de la selección fueron medioambientales. También se vincularon con la capacidad para producir, exportar y financiarse de cada aspirante.

En total, las firmas adjudicatarias fueron 47. El detalle por origen de estas empresas ofreció las siguientes notas: 27 compañías fueron españolas; 5, alemanas; 2, británicas; 1, portuguesa; 1, letona, y 1, holandesa.

A su vez, en el listado de proveedores no figuraron firmas extra zona europea. Esto implicó que no sólo fabricantes argentinos quedaron afuera del esquema de cuotas, sino que empresas de Indonesia, uno de los grandes jugadores a nivel mundial, tampoco recibieron permisos para exportar a España. Los establecimientos españoles son de poca escala y presentan problemas en la estructura de costos, debido a la mala ubicación de las refinerías y la poca disponibilidad de materia prima. “Los productores españoles no podrían competir de otra manera sin este proteccionismo encubierto”, apuntó Idígora.

Tras el estallido de la crisis internacional que atraviesa su sexto año consecutivo, los mecanismos de regulación comercial retomaron protagonismo en las potencias maduras. Un trabajo de la semana pasada de la Cancillería precisó el impacto de la Zona Euro. Las pérdidas para la economía argentina por el proteccionismo europeo alcanzan 2500 millones de dólares anuales sólo en exportaciones y 12.500 millones de dólares en producción, lo que supone una resta de 200 mil puestos de trabajo.

Informe: Federico Kucher.