El Indice de Precios al Consumidor (IPC) que difunde la oposición a través de algunos legisladores subió dos por ciento en octubre respecto del mes pasado y registró un alza del 25,9 por ciento en relación con el mismo mes del año pasado. Este indicador privado, sobre el cual no se aclara una metodología estadística, surge de un promedio simple de estimaciones de consultoras de la city. Estas empresas dedicadas a la comercialización de información económica estuvieron un tiempo sin poder publicar números propios de precios debido a las acciones legales de la Secretaría de Comercio Interior. Esta dependencia denunció que las cifras de las consultoras no tenían sustento metodológico, motivo por el cual estaban vendiendo “información falsa”.

La Justicia, tras algunos meses de análisis del caso, falló en contra de la decisión de Guillermo Moreno, habilitando de nuevo a los estudios para hacer públicos sus datos de inflación minorista. Al igual que los números del Indec, las cifras de las consultoras resultan polémicas y dudosas. Estos centros privados no cuentan con la infraestructura necesaria para hacer un relevamiento consistente de los precios por zonas, productos y comercios. La cantidad de técnicos y encuestadores que trabajan para institutos públicos no guarda relación con el poco personal que manejan los privados. El próximo año, el Gobierno anunció que entrará en funcionamiento un nuevo indicador de precios a nivel nacional, con el objetivo de reemplazar el poco creíble IPC que se publica desde 2007.