Dos meses después de considerar como “un enorme disparate” el pedido de Néstor Kirchner de un dólar a 3 pesos, Alfonso Prat Gay parece confluir con los deseos del Presidente. El Banco Central tomó la decisión de apuntalar el dólar, según consideran en la city. Ayer subió cinco centavos, a 2,91 pesos para la venta en las casas de cambio, acumulando una mejora de 11 centavos desde el jueves de la semana pasada, el nivel más alto de los últimos dos meses. La apreciación de la moneda estadounidense impulsó a bancos y empresas, que salieron a comprar billetes verdes para cubrirse. Los expertos creen que el dólar llegaría a los 3 pesos antes del fin de semana. Desligados de cualquier intencionalidad, en la autoridad monetaria aseguraron que la suba del dólar se debe a una cuestión estacional.
En los despachos oficiales manifestaron a Página/12 que la escalada de la moneda estadounidense se explica por dos factores: el descenso en la oferta de divisas por parte del campo, debido a que ya pasó el pico de la cosecha gruesa. El cálculo es que ingresarán entre 200 y 250 millones de dólares menos que en los últimos dos meses. También notaron un incremento en la demanda por parte de empresas endeudadas que se encuentran normalizando su situación financiera y retoman los pagos a sus acreedores del exterior.
Si bien en el Central negaron una modificación en la estrategia, entre los financistas notaron que, en las últimas jornadas, la mesa de dinero de la autoridad monetaria dejó de defender la paridad de 2,80 pesos por dólar y tomó una actitud más ofensiva. Cada día ofreció comprar dólares a un precio más alto. Alertados por la movida, empresas y bancos fueron paulatinamente volcándose al dólar, una opción que habían dejado de lado en los últimos meses, ya que la tentación por las altas tasas de interés era muy grande. Pero la caída en el costo del dinero –el rendimiento de las Letras del Banco Central a 30 días cayó al 1,8 por ciento anual– junto con el alza del tipo de cambio modificó la actitud de los grandes operadores. También se notó un mayor volumen de transferencias de utilidades al extranjero por parte de empresas.
Este cambio de tendencia en el mercado cambiario le da una mano al Gobierno, que apuesta a que un tipo de cambio alto le rinda en términos fiscales –por el cobro de retenciones al campo– y de actividad económica. De hecho, coincidió con el fuerte incremento de productos importados desde Brasil y el aparente agotamiento del proceso de sustituciones de importaciones, que fue el motor del crecimiento después de la devaluación. Al mismo tiempo se verifica una falta de dinamismo de las exportaciones. Algunos datos oficiales conocidos ayer respaldaron esas apreciaciones: las compras al país vecino se incrementaron 90 por ciento en junio, mientras las exportaciones cayeron el 12 por ciento.
En el plano internacional, también influye el hecho de que Estados Unidos se convirtió en una aspiradora de fondos de los mercados emergentes para cubrir su bache fiscal. Esta tendencia ayuda a la depreciación de las monedas de esos países. Lo mismo que en la Argentina en los últimos días se devaluaron el peso uruguayo, el chileno y el real brasileño.
Miguel Bein explicó a este diario cómo está funcionando el mercado.”Una vez que las compañías y entidades financieras toman coberturas, el fenómeno se retroalimenta y aumenta rápidamente la demanda. Ese es el objetivo perseguido por el Central”, señaló. Ayer hubo fuertes compras de divisas. El Banco Central se quedó con apenas 2 de los 45 millones de dólares liquidados por los exportadores cerealeros. El resto fue absorbido por empresas y entidades financieras. En las casas de cambio se entusiasman con que la suba de la moneda estadounidense atraiga también a compradores minoristas.
En el Central se niegan a dar estimaciones sobre el tipo de cambio futuro. Fuentes oficiales consultadas por este diario se limitaron a explicar que durante mayo y junio se determinó una fuerte emisión depesos, que sirvieron para comprar dólares y por ende a defender la paridad, para revertir los síntomas de deflación. En ese bimestre, el BCRA adquirió 1900 millones de dólares. Las compras de este mes se redujeron casi a la mitad: 575 millones.
En la city especulan con que el dólar alcanzaría los 3 pesos entre hoy y mañana. Esa fue la opinión de Carlos Lizer, analista de Puente Hermanos. Y también la estimación de Miguel Bein. “Creo que el Central le pondrá un límite a la suba cuando llegue a 3 pesos. En ese momento empezará a vender para evitar un alza mayor”, indicó el ex secretario de Programación Económica.