Las modificaciones fueron a pedido de la oposición, la cual luego votó en contra o se abstuvo.

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto que aumenta los impuestos internos a los autos de alta gama, motos, embarcaciones y aviones. El Frente para la Victoria (FpV) consiguió la media sanción con 134 votos afirmativos, contra 21 negativos del PRO, Coalición Cívica, el Partido Demócrata de Mendoza y el monobloque de Patricia Bullrich. Las abstenciones fueron 57, entre las que se cuentan a la UCR, el GEN y el Frente Renovador. El oficialismo realizó modificaciones en las escalas de las exenciones, a pedido de la propia oposición, que de todas maneras votó en contra o se abstuvo. Los automóviles cuyo valor de fábrica vaya de los 170.000 pesos hasta los 210.000 pesos pagarán una alícuota del 30 por ciento. Por arriba de este valor, el tributo alcanza un 50 por ciento. El Poder Ejecutivo tiene la facultad, según la Ley 24.764, de modificar la base imponible en función de las variaciones de precios en el mercado automotor.

“Si llegamos a un acuerdo, no vaya a ser que después voten en contra como sucedió tantas otras veces”, advirtió Carlos Kunkel (FpV) durante el debate en la Comisión de Presupuesto. Las modificaciones fueron realizadas durante una reunión de comisión desarrollada el miércoles por la mañana, previo al inicio de la sesión que finalizó cerca de las 4 de la mañana. En el caso de los automóviles, se elevaron los montos de exención en comparación con el proyecto enviado por el Ejecutivo. De 150.000 pesos pasaron a 170.000 pesos.

Además, se aplicó una segmentación: en el caso de automotores y motores, se aplicará una alícuota del 30 por ciento para los vehículos cuyo valor de fábrica se ubique entre 170.000 a 210.000 pesos. Por encima de esa última cifra la alícuota será del 50 por ciento.

Según explicó Roberto Feletti, en el caso de los automotores gasoleros, el efecto será inverso. Por un lado, se aumentó el monto de la exención hasta 170.000 pesos y se rebajó la alícuota en dos segmentos: de 170.000 a 210.000, pasará del 12,5 al 10 por ciento, y por encima de 210.000, del 12,5 al 10 por ciento.

En cuanto a las embarcaciones, se aumentó el monto de exención, al pasar de 22.000 pesos, como sostenía el proyecto del Ejecutivo, a 100.000 pesos. Por arriba de este valor, y hasta los 170.000 pesos, la alícuota será del 30 por ciento, y por encima de este último, llegará al 50 por ciento.

“Podemos afirmar que con esta modificación de alícuotas no se persiguen fines recaudatorios, sino una mayor equidad y mejor distribución del ingreso”, argumentó Feletti. En términos de recaudación, podrían sumarse al fisco 200 millones de pesos más a lo que se recauda actualmente por los impuestos internos a este tipo de bienes. En total, serían 1000 millones de pesos, según datos del oficialismo.

“Así como hoy quieren vender que esta ley es para los autos de lujo, mañana abarcará a gamas medias. Cuando se alcance esos modelos se afectará a la producción y al empleo local de la industria automotriz”, sostuvo Miguel Angel Giubergia (UCR). Los radicales habían reclamado, además de una escala para la suba de las alícuotas, un mecanismo de actualización de la base imponible. El oficialismo argumentó que ya existe una ley (24.764) que faculta al Ejecutivo a modificar en un 25 por ciento, para arriba o para abajo, la base imponible para este tipo de bienes.

“Vale decir que estamos usando una medida fiscal para atender un problema cambiario que, en el mejor de los casos, va a resolver unos 300 a 400 millones de dólares sobre un déficit automotriz de 700 millones”, argumentó Alfonso Prat Gay, quien se abstuvo.