ECONOMíA › AUMENTA EL CORTE OBLIGATORIO DE BIODIéSEL EN GASOIL PARA ALENTAR EL CONSUMO INTERNO
La medida actúa como una doble sustitución: para la industria de biodiésel, la demanda interna reemplaza la demanda externa europea, que está restringida. Para el mercado de combustibles, bajará la necesidad de importar gasoil.
El Gobierno elevó de 8 a 10 por ciento el corte obligatorio de biodiésel en el gasoil para los vehículos y definió también en el 10 por ciento esa exigencia para las centrales termoeléctricas. Con este cambio pretende mitigar el daño que en la industria local generó el cierre del mercado europeo con las trabas comerciales allí implementadas. La medida fue anunciada ayer en conferencia de prensa por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y su par de Planificación Federal, Julio De Vido, quienes aseguraron que no habrá impacto en los precios de los combustibles. El ahorro de divisas sería de 50 millones de dólares por año, con un costo fiscal no detallado. Las empresas apoyaron la medida y piden una participación todavía mayor en el mercado local.
En octubre de este año, la Unión Europea confirmó la medida contra el biodiésel de Argentina e Indonesia. Aplicó un arancel de 240 euros promedio por tonelada importada, una tasa del 22 al 24 por ciento. En los hechos, la decisión europea implicó el cierre de ese mercado para la Argentina. La medida fue impulsada por Francia, Alemania, España, Italia y Reino Unido, que vencieron la oposición de Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Se adoptó por dos factores. En primer lugar, las empresas europeas de biocombustible perdieron mercado en los últimos años y venían trabajando con mucha capacidad ociosa. Sufren de una desventaja relativa frente a sus competidoras en Argentina, donde la soja, el insumo principal, es más accesible. Pero además, la expropiación de YPF y la dura política comercial local motivó a esos países a aplicar una represalia.
El biodiésel es un subproducto del aceite de soja. El sector se compone de grandes empresas exportadoras como Vicentín, Dreyfus, AGD, Bunge, Eurnekian y Perez Companc y otro grupo de pymes. Son en total 35 plantas que fabrican este combustible renovable. La capacidad total de producción de la industria local es de 4 millones de toneladas. En 2011/12 la producción fue de 2,3 millones de toneladas, de los cuales 1,5 millón se exportó y el resto se vendió al mercado interno, que componen las refinerías y las centrales térmicas. La medida arancelaria de la UE redujo este año la producción a 2 millones, a raíz de una caída de las exportaciones hasta poco más de un millón de toneladas.
A partir de esta situación, el Gobierno decidió ayer aumentar el corte obligatorio del gasoil con biodiésel del 8 al 9 por ciento en enero y del 9 al 10 en febrero. Además, fue aumentado también hasta el 10 por ciento el corte obligatorio para la utilización de biodiésel en las centrales térmicas. Eso permitirá incrementar en 450 mil toneladas la venta anual de biodiésel: 210 mil en el gasoil automotor y 240 mil para usinas.
“A este gobierno le preocupan las políticas de protección injustificada de la Unión Europea, principalmente de España”, dijo ayer Kicillof. Cancillería inició consultas para confeccionar un panel para defender la posición argentina en la Organización Mundial de Comercio (OMC). “Buscamos evitar un tratamiento injusto”, agregó el ministro. Su par Julio De Vido acotó que, “con estas medidas, el 33 por ciento de la capacidad instalada se destinará a abastecer el consumo al mercado interno, cuando hasta el momento esa marca está en el 21 por ciento” y descartó que implique cambios en los precios de los combustibles. Estuvieron acompañados por la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el de Agricultura, Carlos Casamiquela.
La modificación de los cortes de biodiésel permitirá reducir importaciones de gasoil, aunque también afecta las exportaciones de aceite de soja, que ahora deberá destinarse a insumo del biodiésel. El resultado neto, calculó Kicillof, es un ahorro de 50 millones de dólares. “Este es un paso importante. De todos modos, estamos en condiciones de asumir mayores compromisos en la entrega de biodiésel al mercado local”, indicó Gustavo Idígoras, de la Cámara Argentina del Biodiésel (Carbio). El aumento en el corte tiene un impacto fiscal, porque el gasoil importado es más barato que el biodiésel. Si los precios al consumidor se mantienen, el Estado deberá desembolsar la diferencia. También se dejarán de cobrar retenciones por las exportaciones de aceite de soja.
“A nivel mundial, sólo en algunos estados de Colombia se aplica el 10 por ciento de gasoil con biodiésel y sólo algunas usinas de Estados Unidos y Europa utilizan cortes de gasoil con biodiésel para la generación eléctrica”, indicó De Vido. Directivos de Carbio se habían reunido varias veces con Kicillof en el último tiempo para solicitar un aumento en el corte del gasoil. Dicen que el cierre del mercado europeo impedirá en 2014 exportar 1,5 millón de toneladas. Un tercio de esa merma se destinará ahora al mercado interno. La normativa vigente estipula que las pymes son prioridad para asignar las cuotas del mercado local. En la medida en que esas firmas trabajan hoy al tope de su capacidad productiva, el aumento en el corte podría ser abastecido por los grandes jugadores del mercado.
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