ECONOMíA › INTENSAS NEGOCIACIONES EN BUENOS AIRES PARA ACERCAR POSICIONES EN EL DIFERENDO POR LAS ACCIONES DE YPF
Ayer hubo un encuentro reservado de más de cuatro horas en las oficinas de YPF en Puerto Madero. La encabezaron Kicillof y Galuccio, con miembros del Consejo de Administración de Repsol. Hay un acuerdo avanzado, que podría cerrarse la próxima semana.
› Por Tomás Lukin y
Raúl Dellatorre
Tras un encuentro de cuatro horas de los máximos representantes del Palacio de Hacienda y de YPF con directivos de Repsol recién llegados de Madrid, en el día de ayer quedó más firme para ambas partes la sensación de que antes de las Fiestas de Fin de Año habrá acuerdo en los términos de la compensación que recibirá la petrolera española. Aunque no hubo ningún tipo de comunicación oficial, quedó de manifiesto que la reunión, encabezada por Axel Kicillof y Miguel Galuccio, del lado argentino, y Miguel Klingenberg Calvo y Nemesio Fernández Cuesta, por los españoles, había cumplido su objetivo: acercar posiciones entre las partes y dejar para una próxima reunión apenas la resolución de aspectos técnicos, como el levantamiento de las demandas presentadas en distintos tribunales internacionales y los detalles financieros de los títulos que la Argentina entregará para cerrar el diferendo. El pago que recibiría Repsol estará en torno de los cinco mil millones de dólares, según trascendió, confirmando lo anticipado en días anteriores.
A comienzos de la semana pasada, autoridades del gobierno español, del grupo accionista principal de Repsol y de la petrolera Pemex (también accionista de la petrolera española) acordaron en Buenos Aires un principio de acuerdo para resolver el conflicto surgido de la expropiación del paquete de control de YPF. Ayer fue el turno de los “equipos técnico-políticos”, encargados de darle forma al acuerdo.
El encuentro, que comenzó a media mañana, se desarrolló en las oficinas de YPF en Puerto Madero, el mismo edificio que levantó Repsol para mudar las oficinas históricas de Roque Sáenz Peña 777, en una de las únicas inversiones reales que se le reconocen a lo largo de su gestión. Junto a Galuccio y Kicillof se sentaron tres miembros del equipo de este último en Economía: Emmanuel Alvarez Agis (Política Económica), Pablo López (Finanzas) y Rodrigo Cuesta (Legal y Técnica).
Los tres representantes de Repsol que estuvieron presentes habían llegado pocas horas antes desde Madrid. Klingenberg Calvo, Fernández Cuesta y Miguel Martínez San Martín no estuvieron 24 horas en Buenos Aires. Por la tarde ya volaban de regreso a su país.
Klingenberg Calvo, vicesecretario general del Consejo de Administración, había sido designado para encabezar las negociaciones en la misma reunión de Repsol de la semana pasada que aprobó el preacuerdo firmado en la Argentina. En aquel encuentro en Madrid, Emilio Lozoya, de Pemex, había descalificado la conducción de Antonio Brufau en las negociaciones con la Argentina. La delegación de las tratativas en Klingenberg Calvo podría interpretarse como un reflejo de aquellas tensiones. En cambio, el regreso del director general de Negocios de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta, a la mesa de negociación significa el retorno a ese plano de una figura muy allegada a Brufau. El tercer integrante de la misión, Martínez San Martín, es el director general de Economía, Finanzas y de Desarrollo Corporativo de la petrolera española.
Además de su alto significado político, el encuentro de ayer logró ir cerrando aspectos del pago en bonos que efectuará la Argentina para compensar el paquete de acciones expropiadas a Repsol en abril del año pasado. La suma, en valor presente, se ubicaría en torno de los cinco mil millones de dólares; el período de vencimiento alcanzaría a los diez años, con los primeros cuatro de gracia (en los cuales no habría vencimientos de capital ni intereses). La tasa de interés sería como mínimo del 8 por ciento, un punto por encima de las vigentes para los “bonos cortos” de la deuda argentina actualmente en circulación (Boden 2015 y Bonar 2017). De todos modos, la intención de Repsol sería liquidar inmediatamente los bonos en el mercado financiero para aplicarlos a bajar su elevado nivel de endeudamiento.
La semana próxima continuarían los encuentros. Pero, esta vez, a nivel de técnicos en finanzas y leyes. El propósito es limar los últimos aspectos del acuerdo, fundamentalmente el levantamiento de la demanda que presentó Repsol contra el gobierno argentino, no sólo en el Ciadi, que traba la salida al exterior de YPF a capturar fondos. Las partes confían en que antes de Nochebuena habrá otro festejo: el acuerdo que selle en su aspecto legal la transferencia de acciones de YPF a favor del Estado argentino.
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