El dólar se apreció ayer tres centavos, a 6,23 pesos para la venta. La divisa estadounidense aceleró en las últimas semanas su ritmo de suba, el cual ya se ubica en una tasa anualizada superior al 40 por ciento. En las cuatro primeras jornadas de diciembre sumó diez centavos –1,6 por ciento– y en el año registra un avance de 26,7 por ciento. Si se adiciona el pago a cuenta del 35 por ciento que recarga la AFIP para la compra de divisas con destino a turismo, el dólar al que se accede es de 8,41. La demora en la liquidación de los exportadores conlleva un mayor protagonismo del Banco Central, que ayer debió vender unos 180 millones de dólares para equilibrar la demanda de los importadores. El volumen operado en el mayorista se mantiene en torno de los 250 millones de dólares diarios y el stock de reservas cayó ayer 169 millones, a 30.480 millones.

La estrategia oficial de acelerar la apreciación del dólar para ganar en competitividad tiene como contrapartida la especulación de los exportadores que retienen sus cosechas a la espera de un tipo de cambio que los favorezca aún más. “Hay un nivel importante de acopio en silobolsa, pero hay que crear las condiciones para que el exportador quiera venderlo”, aseguró esta semana el titular del Central, Juan Carlos Fábrega. Esa retracción en la oferta de dólares, que se ubica a menos de la mitad de lo que habitualmente se liquida, es la que obliga al BC a aumentar sus ventas. Por su parte, en los últimos meses se incrementaron levemente los pagos que el organismo realiza por importación de energía. También hay una mayor demanda de importadores, debido a que se flexibilizó la autorización de declaraciones juradas anticipadas (DJAI) para la compra de divisas. Desde el 20 de octubre pasado las reservas perdieron unos 2750 millones.

Por su parte, en el mercado se apreció la venta de títulos públicos en dólares para bajar la cotización implícita que surge de las operaciones de contado con liquidación. La especulación de la city es que esas ventas son motorizadas por organismos públicos como la Anses. Este mecanismo de compra de un bono o acción en el mercado local para su posterior liquidación en el exterior es utilizado por grandes empresas para fugar capitales y sirve de testigo para el precio del blue. El contado con liquidación convalidó un dólar de 8,55 pesos, mientras que el paralelo se ubicó en 9,69 pesos. En este último caso, el dólar que surge de la retención de 35 por ciento (8,41 pesos) es también una pauta para las operaciones en negro. La brecha que separa al dólar oficial del marginal se ubica en 55,7 por ciento, mientras que la diferencia entre el blue y el turista está en 15,3.

Las acciones líderes finalizaron con un alza de 0,3 por ciento, pese a que en el inicio de la rueda llegaron a superar una suba promedio de 2 por ciento. De hecho, los papeles más negociados en las últimas semanas, como Edenor y Aluar, finalizaron sin cambios. Los títulos públicos tampoco lograron definir una tendencia y los movimientos en ambos sentidos se mantuvieron acotados entre 0,5 y un punto porcentual.