El Frente para la Victoria (FpV) ratificó en la Cámara alta el dictamen del proyecto que busca aumentar los impuestos internos a los autos de alta gama, motos, embarcaciones y aviones particulares. La iniciativa había obtenido dictamen la semana pasada, pero el oficialismo no consiguió reunir los dos tercios del cuerpo para tratarlo sobre tablas. El incremento de las alícuotas será votado en sesiones extraordinarias el miércoles de la próxima semana. El dictamen avaló los cambios realizados durante el tratamiento en la Cámara de Diputados, en la que se dispuso una escala diferente al proyecto del Poder Ejecutivo. En esta oportunidad, el titular de la Comisión de Presupuesto, Aníbal Fernández, se comprometió a realizar una reunión entre las distintas cámaras empresarias que se oponen al proyecto y el Ministerio de Economía, para evaluar la estructura de costos de cada sector y abrir un canal de diálogo que permita aplicar, llegado el caso, alguna actualización en los montos gravados, según establece la Ley 26.674.

“Si no hay ninguna modificación, nos opondremos. Esta medida no es ni siquiera un parche. A lo sumo, se conseguirá un ahorro de divisas de 800 millones de dólares”, sostuvo Gerardo Morales (UCR) al inicio de la reunión del plenario de las comisiones de Presupuesto y Coparticipación. Durante el debate en Diputados, la UCR se abstuvo. Tanto Verna, del PJ La Pampa, como Jaime Linares (FAP-provincia de Buenos Aires) presentaron sus propios dictámenes.

La iniciativa del pampeano incluye un artículo que permite ajustar la base imponible de manera automática, a medida que aumenten en el mercado los precios de los bienes suntuarios alcanzados. “Incluimos una escala intermedia para motos y un cambio de los topes”, explicó Verna.

La radical Laura Montero criticó el proyecto y aprovechó para describir, a su entender, todos los males de la economía argentina, tal cual lo hace cada vez que toma el micrófono. Presión tributaria, inflación, el déficit de las provincias y las economías regionales fueron parte de su menú. También le recomendó clases de economía al ministro del área, Axel Kicillof. “Hay que explicarle al ministro, que no entiende bien el sistema productivo”, sostuvo la aliada de Julio Cobos.

El objetivo de esta medida es evitar que se destinen dólares de las reservas para importar autos de alta gama y otros bienes suntuarios. En el caso de automotores y motores, se aplicará una alícuota del 30 por ciento para los vehículos cuyo valor de fábrica se ubique entre 170 mil a 210 mil pesos, neto de impuestos. Por encima de esa última cifra, la alícuota será del 50 por ciento. En el caso de los automotores gasoleros, habrá una escala diferente de impuestos según el valor.

En cuanto a las embarcaciones, durante el tratamiento en la Cámara baja se aumentó el monto de exención, al pasar de 22 mil pesos, como sostenía el proyecto del Ejecutivo, a 100 mil pesos. Por arriba de este valor, y hasta los 170 mil pesos, la alícuota será del 30 por ciento, y por encima de este último, llegará al 50 por ciento.

Según el Gobierno, el incremento en los impuestos internos para los autos de alta gama sólo afectará al 6 por ciento del mercado. Sin embargo, las concesionarias nucleadas en Acara estiman que llegará al 8 por ciento de las unidades cero kilómetro y al 15 por ciento de la facturación de los concesionarios. Los patentamientos hasta noviembre superaron las 900 mil unidades, lo que ya constituye un record. El mercado frente al año pasado creció un 13 por ciento. Sin embargo, los autos de alta gama lo hicieron en un 20 por ciento.