El dólar subió ayer cinco centavos para cotizar a 6,76 pesos en las casas de cambio. La aceleración en el ritmo de alza de la divisa que impone el Banco Central se replicó en operaciones en el segmento informal, donde las cuevas de la city pidieron hasta 11,25 pesos por el billete verde. Los negocios por esta vía se mantienen limitados a compras puntuales principalmente de parte de personas que no pueden justificar el origen de los fondos. Para el resto existe el dólar-bolsa, a través de la compraventa de títulos públicos, que permite dolarizarse a menos de 10 pesos. Ayer, según el bono utilizado, se ubicó en 9,91 pesos. A ese mercado también pueden acceder pequeños ahorristas, la Anses estuvo interviniendo con venta de títulos nominados en dólares para evitar que se dispare la cotización implícita que surge de este arbitraje de bonos y marcar así un techo al paralelo. El contado con liquidación, que utilizan las grandes compañías, se ubicó en 9,71 pesos. El Central intervino con ventas al inicio de la rueda y luego recompró parte de los dólares volcados. No obstante, el stock de reservas cayó en 161 millones por el pago de vencimientos con organismos de crédito y finalizó en 29.858 millones.

La flexibilización en el arbitraje de títulos públicos para hacerse de dólares a través del Sistema de Medios Electrónicos de Pagos del mercado de capitales –que en la jerga financiera se denomina dólar-bolsa o dólar MEP– abrió un canal legal para que inversores dolaricen su cartera. Esta operatoria había sido suspendida “de palabra” por el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, y a mediados de diciembre último el equipo económico que comanda Axel Kicillof levantó la prohibición para que las sociedades de Bolsa lo vuelvan a ofrecer. La operación consiste en la compra de un bono en pesos y su liquidación a una contraparte en dólares. Es similar al contado con liquidación, con la diferencia de que este último se paga en el exterior y el dólar-MEP se deposita en una caja de ahorro local en dólares.

La estrategia oficial de abrir un canal alternativo y legal al paralelo busca incidir en las expectativas negativas que genera mediáticamente la escalada del blue en las cuevas. La idea es que quienes tienen dinero legal y quieran comprar dólares no vayan al blue, ya que pagará entre uno y dos pesos más por el billete verde y sin certeza de no ser estafado por un cuevero. Las sociedades de Bolsa ofrecen realizar esta operación por una comisión que se ubica en 1,5 por ciento del capital. “Eso puede variar si se trata de un individuo o un sector corporativo y en el volumen negociado”, señaló a este diario el responsable de una sociedad de Bolsa que ofrece el servicio. El precio final es difícil de definir de antemano debido a la obligación que impuso la Comisión de Valores de mantener por 72 horas hábiles los títulos en cartera, con la volatilidad que puede registrar el precio del papel en ese lapso.

Esta opción puede ser utilizada por pequeños inversores, a partir de la compra de mil dólares –donde la diferencia con el blue se hace más evidente–, y también pequeñas empresas. El crecimiento de esta operatoria en las últimas semanas se refleja en la concentración de negocios de títulos públicos utilizados para tal fin. Los tres bonos más transados en ese tipo de operatoria son el Bonar X, el Bonar 2018 y el Boden 2015. Entre los tres ayer sumaron negocios por 269,1 millones de pesos. Pero, no se utilizan cualesquiera títulos. Para el dólar-bolsa aplican los que se identifican con la letra D (Clase D) y para el contado con liquidación los Clase C. El Bonar X (vencimiento en 2017) negoció 6,8 millones de pesos en Clase D (dólar-MEP) y 69.664 pesos en “C”. En Boden 2015 el monto fue de 5,2 millones de pesos en “D” y 436.676 pesos en “C”. En este mercado la Anses volcó también bonos Bonar 2018, que tenía en cartera y no se negociaba en la Bolsa, por lo que no tienen diferencia de clase. También hay operaciones con bonos, que en conjunto sumaron 1804,5 millones de pesos en negocios.