La producción de petróleo y gas de YPF marcó una fuerte aceleración hacia fin de año, logrando un aumento en diciembre del 8,7 y 11,4 por ciento con respecto al mismo mes de 2012. Con estos resultados, la petrolera que volvió a estar bajo control estatal en abril de 2012 cerró el año 2013 con un crecimiento del 3,4 por ciento en la extracción de petróleo y del 2,2 por ciento en la correspondiente a gas, revirtiendo así la tendencia declinante de la producción antes de lo previsto.

Los guarismos, por ahora provisorios, surgen de la información que la petrolera eleva a la Secretaría de Energía, y marca el primer resultado interanual positivo en producción de gas desde 2004. En el caso del petróleo, había registrado un incremento en 2012 respecto de 2011, pero porque durante este último año la empresa padeció un paro de actividades de más de 90 días en sus yacimientos del sur del país.

Cuando el Estado nacional recuperó YPF, la empresa venía de varios años consecutivos de pérdida de producción bajo la gestión privada (Repsol/Eskenazi). La producción total de hidrocarburos (petróleo más gas, medidos por unidad calórica) había tenido un retroceso del 8,3 por ciento en 2011 respecto del año anterior. En 2010, la caída interanual había sido del 5,3 por ciento, sin el impacto de las prolongadas huelgas de 2011. Pero ya en 2009 había sufrido una merma en la extracción de hidrocarburos del 7,6 por ciento.

La falta de inversiones y la desinstalación de los equipos de perforación estaban llevando a una prolongada agonía a YPF. Repsol, en sus informes anuales en Madrid, ya había señalado el desinterés de la firma por el futuro de YPF, centrando en cambio sus perspectivas exploratorias en sus participaciones en Africa y el Caribe. Con su política de desinversión, Repsol estaba condenando a la Argentina a un creciente déficit energético y a una dependencia cada vez más gravosa de las compras externas, lo cual a su vez ponía en riesgo el proceso de crecimiento.

La tarea inmediata que encaró Miguel Galuccio desde su llegada a la titularidad de YPF fue recuperar la actividad de perforación de pozos y la recuperación secundaria de los yacimientos maduros. En la actualidad, YPF cuenta con 65 equipos de perforación de nuevos pozos en actividad, contra 25 equipos activos hacia fines de 2011. También incrementó la cantidad de equipos de reparación de pozos: de 49 unidades en 2011 a 92 a fines de 2013.

En el caso de los yacimientos gasíferos, YPF-Repsol prácticamente había abandonado la actividad perforatoria, habiendo realizado un solo pozo nuevo durante 2011. En cambio, el año 2013 habría culminado con más de mil pozos perforados, de los cuales cerca de un centenar corresponden a yacimientos gasíferos.

El significativo avance en la puesta en marcha de equipos de perforación está arrojando resultados antes de lo esperado. Hacia mitad del año pasado, cuando YPF recién superaba los 50 equipos en actividad, un informe interno de la compañía indicaba que esta política de perforación “demoraría entre uno y tres años en verificar subas sensibles en la producción”. En cambio, si los resultados registrados en diciembre se consolidan a lo largo de los próximos meses, se comprobaría que esas “subas sensibles” ya se estarían alcanzando, con crecimientos anuales de producción del orden del 10 por ciento.