Una gran cantidad de empresas suspendió sus ventas durante las últimas jornadas a partir del desequilibrio cambiario y la falta de claridad sobre cuál será la futura cotización del dólar y de los demás precios de la economía. La prioridad es no desfinanciarse, con lo cual los empresarios prefieren no vender ante la chance de que después la reposición del stock sea a un precio mucho más alto. En autos, insumos siderúrgicos, autopartes, electrodomésticos, insumos de la construcción, inmuebles y artículos de electrónica, por ejemplo, hubo parates de ventas.

El freno en la actividad es circunstancial. Así como el empresario admite que prefiere quedarse quieto, plantea que en pocos días se volverá a operar, siempre que la cotización del dólar se estabilice, no importa en qué valor. Desde el sector supermercadista cuentan que varios comercios regionales denunciaron que sus proveedores no les venden la mercadería. Esa estrategia, explican, se percibe más en las empresas medianas y chicas que en las grandes industrias. “En una circunstancia así la estrategia es esperar hasta que aclare o incluso alguno dice que vende sólo en dólares”, indicó una fuente de las cadenas regionales. Esas empresas, de todas maneras, siguen adelante con la implementación del acuerdo de Precios Cuidados, por lo cual tendrán una reunión la semana que viene con el secretario de Comercio, Augusto Costa. “Van a ser los mismos precios que las cadenas nacionales, pero una lista más reducida”, dicen.

Las ventas minoristas de artículos de almacén, alimentos frescos, limpieza, perfumería y otros de la canasta de consumo básica no se vieron afectadas. Pero sí hubo inconvenientes en electrodomésticos, donde fabricantes no entregaron mercadería a los retails y éstos en algunos casos, teniendo stock, optaron por suspender las ventas o aplicar subas repentinas en los precios. La misma situación se verificó en la venta de electrónicos. Un celular de la empresa Claro, por ejemplo, que el jueves había sido reservado en 1600 pesos ayer costaba 2000 pesos.

En el sector automotor, la devaluación coincide con un período de suspensión normal de las ventas, porque en enero las fábricas frenan la actividad. Renault envió una nueva lista de precios con aumentos que apenas superan el 3 por ciento, pero es virtual porque no hay operaciones. Las pocas ventas que estaban pactadas con los concesionarios fueron suspendidas, como pasó en el caso de Fiat, Volkswagen y Peugeot. En el rubro dicen que recién en febrero se va a ver cómo impactó el aumento del dólar en el precio de los autos. Los concesionarios, en tanto, indican que “algunos no aumentaron, otros subieron un 5 y otros un 10 por ciento. Pero la gran mayoría decidió suspender las ventas”. “Nosotros medimos nuestro capital de trabajo en techos –de autos–. Un concesionario que tiene 100 techos quiere seguir con los mismos techos. Si no tiene el costo de reposición garantizado, no va a vender”, graficó un empresario del sector.

Hay también grandes favorecidos. Siderar, Acindar y Aluar, por ejemplo, venden los insumos siderúrgicos en dólares directamente a la cotización del día. Un autopartista dijo que “nadie quiere vender nada”. Los metalúrgicos se reunieron ayer con parte del equipo económico para estar al tanto de la situación y manifestar su incertidumbre sobre cómo seguirá la tendencia de los precios. En el sector de la construcción muchos proveedores de insumos, como carpintería de aluminio, por ejemplo, suspendieron las ventas. También aquí impacta directamente la lista de precios en dólares de las siderúrgicas. Un corralón de materiales, en tanto, suspendió la cuenta corriente a 30 días y pidió cobrar al día. “Lo importante es que se pueda controlar el aumento de precios. Que aumenten los que están vinculados al dólar, pero no otros precios”, indicó a este diario Gustavo Weiss, de la Cámara de la Construcción.