El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró ayer que el Gobierno avanzará con nuevas quitas de subsidios a los servicios públicos. “Lo que se ha venido estudiando desde hace mucho tiempo y ejecutando, porque en algún momento se decidió quitar los subsidios en barrios privados y en countries, es una política simultánea de sostener los subsidios para los que menos tienen y de ir acomodando para los que más tienen, para generar un sistema de subsidios pero más equitativo”, aseguró. “Muchos dicen ‘yo estoy pagando muy poco’. No los quiero ver salir a protestar a la calle cuando paguen lo que corresponde”, agregó el funcionario en declaraciones radiales.

Kicillof explicó que gracias a los subsidios del Estado nacional el costo de producción de servicios como la electricidad es mayor que la tarifa que pagan los domicilios y las industrias. “Al gobierno nacional esto no le pasó sin querer. Está de acuerdo. En los domicilios, en las industrias y los comercios la tarifa es menor que el costo, porque si pagaran el costo íntegro sin subsidio, entonces eso repercutiría en el bolsillo de la gente o en el caso de las empresas en sus costos y por tanto en la productividad y en la competitividad de la economía. Es una política de crecimiento porque genera competitividad y productividad y al mismo tiempo de distribución del ingreso”, remarcó.

Luego agregó que como hay una diferencia en el valor de los subsidios en distintos lugares del país, se generan situaciones de inequidad. “A veces una persona rica, o que puede pagar una tarifa mayor, termina siendo muy subsidiada”, dijo. De ese modo, el ministro justificó la política de quita de subsidios. Recordó incluso que hay programas de renuncia voluntaria a los subsidios donde quien se siente avergonzado puede renunciar a sus subsidios. “Yo renuncié a mis subsidios, pero la gran mayoría no”, agregó. Fue en ese momento que advirtió que no quiere protestas cuando se les quiten los subsidios a quienes hoy se quejan porque las tarifas son bajas.

El Gobierno comenzó con su política de quita de subsidios en noviembre de 2011. Primero dejó sin el beneficio a bancos, aeropuertos, financieras, compañías de seguro, casinos, telefonía móvil y actividades extractivas. Luego fue el turno de 230 mil usuarios de alto poder adquisitivo y grandes empresas de sectores concentrados. Se les quitó el subsidio a los usuarios de Barrio Parque, Puerto Madero, a todos los countries del país y a otras cinco zonas de alto poder adquisitivo de la ciudad de Buenos Aires y a otras tres del norte del conurbano. Fue entonces cuando también se abrió el registro voluntario para que se anoten aquellos que querían prescindir del beneficio. Además, en enero de 2012 comenzó a llegar junto a las boletas de los servicios un formulario para actualizar los datos de los usuarios finales y una declaración jurada donde la persona debía dejar asentado si requería o no recibir el subsidio. En caso de asegurar que lo necesitaba, debía completar una serie de datos personales para justificar el pedido. El envío de esas cartas comenzó por los barrios más acomodados que aún percibían el beneficio y debía seguir por el resto, pero finalmente el Gobierno desactivó momentáneamente esa política. Desde entonces, la iniciativa se mantuvo en carpeta, pero no hubo decisión de avanzar. Kicillof confirmó ahora que siguen trabajando, aunque no adelantó cuándo implementarán nuevos recortes y a quiénes.