ECONOMíA
› CIFRAS EN UN TRABAJO DE FLACSO
Ganancias de las privatizadas
Las empresas de servicios públicos privatizadas obtuvieron entre 1994 y 1999 una rentabilidad media sobre el patrimonio del orden del 15 por ciento, resultado varias veces superior al obtenido por las principales firmas que operaron en el resto de la economía, así como también a los percibidos por prestadoras de los mismos servicios en otros países. Tras el shock del 2002, año en el que a pesar de la crisis registraron ganancias operativas, en el 2003, como comienzan a mostrar los balances presentados a la Bolsa de Comercio, la fiesta parece haber recomenzado.
Según un estudio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), parte de cuyo equipo fue sumado al Ministerio de Planificación para asesorar al ministro Julio De Vido en las renegociaciones contractuales, “las privatizadas obtuvieron tasas de utilidad sobre ventas positivas, muy superiores a las registradas por el conjunto de la elite empresaria local, y holgadamente por encima de las de aquellas empresas líderes no vinculadas a los procesos de privatización”.
La rentabilidad media sobre patrimonio neto de las cien empresas más grandes del país (excluidas las privatizadas) fue en 1999 del 3,4 por ciento (en este último segmento líder de la economía nacional, el margen promedio de beneficio sobre ventas fue, en ese mismo año, de sólo el 1,2 por ciento). En tanto, los resultados de las privatizadas entre 1994 y 1999 sobre su patrimonio fueron los siguientes: concesionarios viales, 24,1 por ciento; gas natural, 11,1 por ciento; energía eléctrica, 5,6 por ciento; telefonía, 13 por ciento; y aguas y servicios cloacales, 23,3 por ciento.
La comparación internacional también fue favorable para las privatizadas locales. El mejor ejemplo lo representa Aguas Argentinas, que en la década pasada registró una rentabilidad en torno al 23 por ciento del patrimonio neto y al 14 por ciento de sus ventas anuales. “Ello en nada se asemeja a los niveles considerados aceptables o razonables en otros países, y por ejemplo, en Estados Unidos las tasas de beneficio sobre patrimonio en los años ‘90 fluctuaron entre un mínimo del 6 por ciento y un máximo del 12,5 por ciento”, destacó Flacso. “En el Reino Unido, las evidencias disponibles indican que la tasa razonable para el sector se ubica entre el 6 y el 7 por ciento; mientras que en Francia se considera como tasa de retorno aceptable una que se ubique en el orden del 6 por ciento.”
Entre 1991 y el 2000, Telefónica de Argentina y Telecom Argentina acumularon en conjunto beneficios contables por 6200 millones de dólares, cifra que, considerando que los respectivos consorcios controlantes eran titulares del 60 por ciento del paquete accionario de cada firma, más que triplicó los 1000 millones de dólares que supuso el desembolso realizado en 1990 para hacerse cargo de los activos de la ex ENTel.
Así, “la cuantiosa masa de beneficios que incorporaron las firmas privatizadas en el transcurso de los años ‘90 no sólo les permitió a estos actores registrar exorbitantes tasas de ganancia sino que también les brindó a los propietarios de las mismas la posibilidad de recuperar los montos invertidos originalmente en un lapso de tiempo sumamente breve”.
Lo que los trabajos de Flacso aún no midieron es que en plena crisis, y con las actuales tarifas, las privatizadas continuaron teniendo ganancias operativas (obviamente no financieras) y que, luego del shock del 2002, los balances de la primera mitad del 2003 muestran que la fiesta ha recomenzado.