Dom 30.03.2014

ECONOMíA  › OPINION

Hoja de ruta

› Por Alfredo Zaiat

La hoja de ruta del equipo económico está señalizada con 178 filminas de acceso vedado y reservado a un par de personas de máxima jerarquía del Gobierno. Es lo que se conoce como un plan económico pero que no es expuesto públicamente como tal. La decisión económica central de CFK en noviembre pasado fue designar un ministro de Economía, ordenando lo que era una dispersión en cinco funcionarios con objetivos políticos comunes, pero posturas divergentes en materia económica. Desde el 20 de noviembre, cuando Axel Kicillof asumió el cargo de titular del Palacio de Hacienda, se unificó la gestión económica y se sucedieron iniciativas a una velocidad poco habitual en los últimos años con la pretensión de mantener los mismos objetivos económicos del kirchnerismo, aspiración que omite la crítica proveniente de la ortodoxia: crecimiento, generación de empleo, industrialización, distribución del ingreso e inclusión social. La medida más reciente es la reducción de subsidios en la factura de gas y agua.

Los integrantes del equipo económico están más aliviados luego de enfrentar la corrida cambiaria más fuerte del gobierno de CFK, que “la frenamos en 8 pesos, cuando había cuatro grandes bancos (uno nacional y tres extranjeros) que estaban lanzados a llevar primero a 10 y luego a 14 pesos la paridad cambiaria”, recuerda esos días turbulentos un estrecho colaborador del ministro. “La devaluación fue por una cuestión financiera; no por un atraso cambiario que estuviera afectando la competitividad”, señala, admitiendo los costos de esa medida en una mayor inflación, con picos a comienzos de año. En un escenario cambiario hoy controlado y con precios que dejaron de subir en forma desmedida, resulta interesante conocer cuáles son las proyecciones del equipo de Kicillof en algunos de los temas económicos más importantes. Conocerlas ayuda a criticar o respaldar el actual momento económico con más fundamentos que los que diariamente expresan el elenco permanente de analistas y economistas conservadores que dominan los estudios de televisión, las entrevistas radiales y las opiniones en la mayoría de los medios gráficos.

La última medida anunciada fue la quita de subsidios, que el compañero de equipo de Kicillof explicó del siguiente modo:

“No es un ajuste, es una quita progresiva y redistributiva. Bajamos los subsidios por un tema de equidad y por el alza en el costo de la importación de combustibles por la devaluación. Además queremos impulsar un cambio cultural sobre el consumo responsable de la energía. Inducir a no derrochar energía. La baja de subsidios no es por una cuestión de bajar el gasto público, como propone la ortodoxia. No consideramos que el actual déficit fiscal sea un problema. En realidad, nosotros evaluamos que el déficit externo nos lleva al déficit fiscal. Por dos vías, el déficit energético y la menor liquidación de exportaciones. Si bajásemos a la mitad el déficit energético, tendríamos 2 puntos de superávit fiscal, y si aumentasen las liquidaciones de exportaciones, el superávit fiscal sería del 1 por ciento. El problema no es el nivel del gasto público.”

Lo que sigue es el resto del contenido del diálogo informal con uno de los colaboradores del ministro, dividido en los capítulos de la agenda económica que pudieron ingresar en el tiempo de la charla.

- Club de París

Es una grata sorpresa la respuesta que recibimos del Club de París. Aceptaron negociar en condiciones no tradicionales. Será algo inédito para el Club. Ellos siempre piden el pago en efectivo de la totalidad de la deuda o un programa de financiamiento del FMI para pagarles, lo que implica aceptar condicionalidades en la gestión económica. Nosotros fuimos con otra propuesta, que aceptaron: un plan de pagos sin fondos del FMI y pedir líneas de crédito de los países a quienes le debemos. Ahora estamos discutiendo la tasa de interés, el plazo de pago y el piso y el techo del monto del primer pago.

- FMI

Nuestra relación con el Fondo está basada sólo en el acuerdo técnico sobre las estadísticas del IPC y el PBI. Permitir la revisión de la economía del Artículo IV del FMI es una decisión política que no estamos considerando, y además es una atribución exclusiva de CFK.

- Juicio de los buitres

No depende de nosotros. Estamos en una posición complicada porque los fondos buitre ya tuvieron sentencia favorable en primera y segunda instancia. El dato positivo es que vemos un cambio de posición del gobierno de Estados Unidos a favor de Argentina. Ahora hay más chance de que la Corte (Suprema de Justicia de EE.UU.) tome el caso, lo que no asegura un fallo favorable. Los buitres tienen fallos a favor y por ahora no tienen ningún incentivo de avanzar en acuerdos entre privados.

- Mercado de capitales

Ordenado el mercado cambiario y estabilizado el nivel de reservas, podemos empezar a hablar con el mercado de capitales. Antes era sentarse a un trato extorsivo por la tasa de interés que pedían. La negociación con el Club de París es importante porque estamos mostrando voluntad de pago, y si cerramos el acuerdo, esos países acreedores van a enviar señales favorables al mercado. Porque una de las condiciones que estamos negociando es que si accedemos a financiamiento externo vía el mercado de capitales podemos adelantar plazos de pagos a los acreedores del Club de París.

- Inflación

Estamos mejor. La semana del 17 de febrero empezó la desaceleración de precios. La segunda semana de febrero fue la peor. Puede ser que en marzo el IPC termine cerca del 2 por ciento. O sea, el primer trimestre del año será el pico de la inflación. El objetivo es que la tasa anual quede por debajo del 30 por ciento, pero terminando el año con índices mensuales que impliquen una tasa anualizada del 20 por ciento.

- Nivel de actividad

La última semana de febrero y la primera de marzo fueron el piso de la actividad económica. Ahora estamos en una meseta. En el bimestre enero-febrero tuvimos una caída del 1 por ciento. Por ejemplo, el gasto promedio del turismo interno descendió por aumentos de precios e incertidumbre económica, que llevó a tener miedo a gastar. Pero en términos globales el consumo se mantuvo pese a que bajó el crédito. Ya empezó a reaparecer el crédito a 6 y 12 cuotas sin interés. Subirá el consumo y, además, todavía falta el aumento de salarios por los acuerdos de paritarias. El segundo trimestre será mejor, y el segundo semestre un poco más. Creemos que las paritarias se cerrarán en un promedio de 25 a 30 por ciento; no habrá desbordes.

- Industria

La clave es el sector automotriz por la caída del mercado de Brasil para la producción argentina. No es sólo por la menor demanda brasileña, sino que han están ingresando a esa plaza más unidades producidas en Asia, que están desplazando del mercado a la producción argentina. Este es un problema importante. Tenemos que estar atentos y buscar rápidamente diversificar mercados.

- Crecimiento del PBI

El objetivo base de crecimiento del Producto para este año es un 2 por ciento, pero terminando el año con un 5 por ciento anualizado. Este resultado dependerá de ordenar el perfil externo y el financiamiento externo para obras públicas, porque la inversión privada no va a impulsar el nivel de actividad, entonces será la inversión pública que deberá actuar como el principal dinamizador de la economía.

- Reservas

Tenemos que recuperar financiamiento externo. El Banco Central está empezando a trabajar como banca central. Esto significa tener líneas de créditos con otros bancos, operaciones de swaps de monedas, entre otras operaciones. Mostrar señales fuertes de voluntad de pago para luego poder pedir prestado. No esperar a la fecha de vencimiento para cancelar esas líneas, sino adelantarse y así facilitar la renovación. Hoy bajan reservas porque estamos pagando vencimiento de deuda, y también importaciones de combustibles del último cuatrimestre del año pasado. El objetivo es terminar el año con un stock de reservas de 31.000 millones de dólares.

- Deuda

Vamos a tener una activa participación en la administración del mercado de deuda en pesos y en dólares. Ya colocamos bonos en pesos, y esperamos hacer lo mismo en dólares a una tasa de un dígito. La primera colocación será de 1000 a 2000 millones de dólares, fondos que serán para el desarrollo, no para cubrir déficit como en las décadas del ’80 y ’90.

- Dólar y tasas

No habrá una “escalerita” en el tipo de cambio, y no seguirá a la inflación con un crawling peg pasivo (miniajustes de la paridad). Habrá imprevisibilidad sobre el tipo de cambio para tener control del mercado y sobre la paridad. Bajará el ritmo de devaluación para poder reducir la tasa de interés y así facilitar el financiamiento a las empresas, además de desacelerar de esa manera la inflación.

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