El presidente Néstor Kirchner se reunió con integrantes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y les reseñó los lineamientos de su política futura. Tras el en cuentro, los directivos de muchas de las principales firmas del país se mostraron entusiasmados y destacaron la “claridad” con que Kirchner enfrenta “la problemática que le toca manejar”. “Salimos muy satisfechos porque el Presidente tiene las medidas que oportunamente irá a aplicar y eso tranquiliza al empresariado”, destacó el titular de la Asociación, Luis Pagani, dueño de la compañía alimenticia Arcor.
La reunión en la Casa de Gobierno fue el primer contacto formal que la entidad empresaria mantiene con Kirchner. Según señalaron a este diario fuentes de AEA, el Presidente insistió en la necesidad de “generar sustentabilidad interna con integración externa”. La lectura empresaria fue que la afirmación excluye cualquier alternativa “del tipo vivir con lo nuestro” y destaca “la importancia de la integración al mundo”. Según voceros de AEA, “los empresarios escucharon lo que querían escuchar”. Atentos a las expresiones del Presidente se encontraban, entre otros, Paolo Rocca, Sebastián Bagó, José Cartellone, Aldo Roggio y Miguel Acevedo.
Según dijo Pagani, una de las principales preocupaciones planteadas por los empresarios fue la ausencia “de un sistema financiero funcionando a pleno, como debería, para que el sector productivo obtenga créditos” y “el tema de alentar la inversión en un país que vuelve a ser atractivo para invertir”.
A la hora de definiciones más concretas, los hombres de AEA optaron por el lenguaje formal. Así, sobre tarifas “no se habló”, aunque el Presidente habría garantizado la “generación de un marco regulatorio que transmita confianza”. Sobre el endeudamiento empresario con el exterior, precisamente la causa del alumbramiento de la Asociación, tampoco se dijo nada. Sin embargo, se habrían hecho “propuestas en función de las renegociaciones económicas internacionales”. En materia impositiva los empresarios dijeron haber coincidido con el Presidente en la necesidad de la eliminación progresiva de los impuestos distorsivos, como “el impuesto al cheque y los vinculados al trabajo y al comercio exterior”.
Otros temas tratados fue la participación empresaria en el desarrollo de las políticas públicas –en particular, en lo que se refiere a planes comerciales en el contexto del Mercosur– y la ya tradicional carga contra las políticas asistenciales, embate expresado en la “necesidad de transformar los planes sociales en empleos productivos”.
Todas estas cuestiones explicarían que lo que estaba previsto como una corta reunión protocolar, se haya transformado “en un encuentro de más de una hora”. Lo que no parece mucho dada la cantidad de participantes. Además de los privados, por el Estado asistieron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y los ministros Roberto Lavagna, Aníbal Fernández y Julio De Vido.