El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, consideró frente a las consignas que lanzó el foro que reúne a los empresarios del establishment que “la mejor contribución que pueden hacer es no aumentar los precios”. En respuesta, Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), entidad que forma parte del agrupamiento patronal, dijo que “los empresarios no son responsables en absoluto de la inflación: la suba de precios generalizada se da por las condiciones macroeconómicas”.

El planteo del Gobierno es que la suba de precios guarda estrecha relación con “excesos” de las empresas que, como un acto reflejo, cualquier movimiento real o esperado en los costos lo trasladan a precios, aunque no encuentre en muchos casos justificación económica. Las empresas, por su parte, pidieron que haya “previsibilidad, reglas de juego que no se modifiquen de un día para el otro y una Justicia independiente”.

El lunes los representantes del establishment se reunieron en el Foro de Convergencia Empresaria y difundieron un documento de 21 puntos titulado “Bases para la formulación de políticas de Estado”. La apuesta es recuperar la influencia política que ese sector cedió en el ciclo político del kirchnerismo. El foro está integrado por AEA, Amcham, la Asociación de Bancos de Argentina, la Bolsa de Comercio, el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio y la Mesa de Enlace.

El documento pide por la “división de poderes y la independencia de jueces y fiscales, libertad de prensa y libre acceso a la información pública; estabilidad y formalidad de las reglas de juego; garantizar los procesos de formación de precios con el funcionamiento de mercado transparentes, evitando intervenciones distorsivas, y una reforma tributaria y fiscal que elimine impuestos y otros gravámenes distorsivos”.

Ayer por la mañana, en su habitual conferencia de prensa, Capitanich consideró que “en el caso concreto de la inflación, la mejor contribución que pueden hacer los empresarios es no aumentar los precios de los bienes y servicios que producen”. Además, aseguró que no recibió formalmente el documento ni tampoco la solicitud formal de reunión. “Cuando lo tengamos, responderemos de forma inmediata”, aclaró el funcionario.

Jaime Campos rápidamente le respondió a Capitanich. Dijo que “la inflación es un aumento generalizado de precios y eso no es porque los empresarios se pongan de acuerdo, sino que se da por las condiciones macroeconómicas. Desde 2003 a 2007, la inflación en la Argentina era menor al 10 por ciento anual y los empresarios eran los mismos. Lo que ha cambiado no fueron los empresarios, sino la política del Gobierno”.

Además, el titular de AEA planteó que el foro busca reunirse con Capitanich y los titulares de los partidos políticos para “crear un consenso para que haya previsibilidad, reglas de juego que no se modifiquen de un día para el otro y una Justicia independiente”. “Hay un deseo del sector empresario de participar más activamente y de proponer un vínculo más estrecho con el mundo de la política”, admitió Campos.

El agrupamiento de empresarios del establishment busca “ir creando un consenso en torno de lo que la Argentina tiene que hacer para encaminarse a un proceso de crecimiento serio y sustentable”, indicó Campos, sin ofrecer mayores detalles acerca de en qué consiste ese proceso de crecimiento. El dirigente patronal consideró que “el empresariado también tiene que hacer una autocrítica y cuestionar silencios que tuvo el sector, que a la larga son malos, como el que se produjo alrededor de la situación energética”.