El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, celebró la aprobación en el Senado del proyecto de ley contra la informalidad laboral, que ofrecerá un conjunto de herramientas para reducir el empleo en negro. “La primera medida será poner en marcha el registro de empresas incumplidoras, para hacer un seguimiento muy detallado de quienes no cumplen con la legislación laboral”, aseguró el ministro en diálogo con Página/12. El funcionario reiteró que las grandes empresas serán sancionadas en caso de incumplimiento a la ley, pero que para las pequeñas y medianas habrá estímulos para formalizar a sus trabajadores. También aseguró que la puesta en marcha del nuevo marco regulatorio permitirá acelerar la incorporación en planta de los empleados del sector público.

“El proyecto de ley contra la informalidad es un trabajo que presentamos el 26 de agosto de 2003, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, y desde entonces lo estuvimos trabajando”, detalló el ministro. Según adelantó, la presión sobre el sector empresario para que regularicen la situación de sus empleados se focalizará en “empresas formales medianas y grandes, donde todavía la informalidad es muy grande”. “En el caso de las micro y pequeña empresas, definición que toma en cuenta a talleres barriales, mutuales o fábricas, se ofrecen estímulos para que los registren. Por lo cual, no hay ningún tipo de contradicción con la actual situación económica”, señaló en referencia a la posibilidad de sancionar empresas en un contexto convulsionado. “En el 2009 también lo hicimos y con excelentes resultados”, agregó.

En referencia a la situación en el sector público, afirmó que “el Estado no tiene trabajadores en negro”. “Se ha transformado el sector público, que antes mantenía a la mayoría de sus empleados como monotributistas, mientras que ahora hay ingreso por concurso para puestos en planta permanente. Son dos situaciones muy distintas. De todos modos, ese proceso será más rápido con la nueva ley”, subrayó.

Tomada también rechazó los diagnósticos acerca de un supuesto aumento en el nivel de pobreza estructural. “Está claro que quieren instalar la discusión de que estamos igual que hace diez años. Lo hacen para que no veamos lo que hemos conseguido y no podamos empoderarnos mucho más de eso para acceder a lo que falta”, sentenció. El funcionario sostuvo que obviar los conseguido genera que “esta discusión sea de una frivolidad tremenda”. “Nos hemos olvidado cómo se vivía”, se quejó. Respecto de la situación actual, sostuvo que “los indicadores sociales de mediano plazo son constantes, pese alguna medición (negativa) transitoria, que mejorará en sintonía con una inflación en baja y que va a seguir bajando”, expresó Tomada. “Lo importante es que ante esa situación no imperó la realidad del ajuste, por eso aplicamos la ley de trabajo informal ahora”, concluyó.