ECONOMíA › LA CEPAL PRONOSTICó UN AñO DIFíCIL PARA LOS PAíSES DEL CONO SUR
El organismo de Naciones Unidas redujo la semana pasada la previsión de crecimiento de América latina y el Caribe de 3,2 a 2,7 por ciento. El menor dinamismo de la región se observa fundamentalmente en Venezuela, Argentina y Brasil.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) redujo la semana pasada de 3,2 a 2,7 por ciento la perspectiva de crecimiento regional para este año. Si bien la cifra todavía representa una leve suba respecto del 2,5 por ciento con que cerró 2013, no logra revertir una tendencia complicada, fundamentalmente para los países de América del Sur. En el informe se remarca que Brasil no crecerá un 2,6 por ciento, como se había pronosticado en diciembre, sino un 2,3 por ciento, mientras que la previsión de la Argentina se redujo de 2,6 a 1 por ciento y la de Venezuela de 1 a -0,5 por ciento. Más allá de las razones puntuales de cada país, se advierte que “las economías de América del Sur más especializadas en la producción y exportación de recursos naturales se verán afectadas negativamente por el menor crecimiento de China, dada la menor demanda de estos productos por parte de ese país”.
El organismo regional dependiente de las Naciones Unidas sostiene que en lo que va del año los índices de actividad de países desarrollados, como Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur, Alemania y varios otros de la zona del euro, mostraron signos de una moderada aceleración del crecimiento y, en otros casos, del fin de la recesión. “Los ritmos de expansión observados indican que el crecimiento económico de los países desarrollados en su conjunto se situará en 2014 en un 2,2 por ciento, lo que representa un avance en comparación con el 0,3 por ciento observado en promedio entre 2007 y 2010”, resalta el informe.
Como el factor dominante de la aceleración del crecimiento mundial este año estará basado en el aumento de la actividad de los países desarrollados, cuyo crecimiento es menos intensivo en bienes primarios, la Cepal proyecta una nueva caída moderada de los precios de estos bienes. A su vez destaca que ese escenario se vería potenciado por la progresiva reorientación de la estructura productiva de la economía china hacia una mayor provisión de servicios, y también por una reorientación de su gasto hacia el fortalecimiento del consumo en detrimento de la inversión.
Los moderados descensos de los precios, fundamentalmente de los productos alimenticios y mineros, se traducirán en términos de intercambio menos favorables y para la región en su conjunto se prevé un nuevo deterioro, esta vez de alrededor del 1 por ciento. “El deterioro afectaría, sobre todo, a los países sudamericanos; en cambio, para los países centroamericanos y caribeños, que son importadores netos de alimentos, se espera una leve mejora de los términos de intercambio”, destaca el texto.
Otra luz amarilla para la región está dada por la política monetaria de Estados Unidos. El Banco Central de ese país ya redujo el ritmo de compra de activos financieros en tres ocasiones, y se estima que la tendencia de moderación de la política de estímulo continuará durante este año y al menos hasta el primer trimestre de 2015. Debido a ello se espera una menor disponibilidad de recursos financieros para América latina. “Las consecuencias de ese escenario de menor disponibilidad de recursos dependerán de un conjunto de circunstancias propias de cada país, incluidas la vulnerabilidad externa, la tradición previa como deudor y la calidad de las políticas macroeconómicas en curso”, remarca la Cepal.
Una alternativa ante la salida creciente de los flujos financieros volátiles es la Inversión Extranjera Directa, que en varios países ha venido sirviendo para financiar el déficit de la cuenta corriente. En 2013, la IED aumentó 19 por ciento en la región. Según la Cepal, esto se explica porque, si bien las economías latinoamericanas exhibieron cierto grado de desaceleración, continuaron expandiéndose más rápido que los países desarrollados. No obstante, el informe señala que esta expansión no fue generalizada sino que se concentró sobre todo en México. “Si no se considera este país, el flujo de la inversión extranjera neta regional presenta una leve disminución respecto de 2012”, remarca el organismo internacional.
Ante una escasez de financiamiento externo, las reservas internacionales son las encargadas de proveer la liquidez que se requiere para mantener el ritmo de importaciones y de compromisos externos. Sin embargo, la situación de la región también ha venido empeorando en este aspecto. Como proporción del PIB, las reservas internacionales de América latina y el Caribe registraron una disminución de 0,4 punto en 2013 respecto de los valores de 2012, un comportamiento que dista mucho del observado en los años previos cuando las reservas de la región se incrementaron de manera sostenida. En el caso de la Argentina, por ejemplo, el año pasado cayeron casi un 30 por ciento y representan cerca del 40 por ciento de las importaciones anuales del país.
Por último, el informe destaca que el escaso crecimiento económico proyectado para la región impactará en la generación de empleo y el bajo dinamismo de la demanda laboral atenuará los incrementos de los salarios nominales. Esta situación, sumada a cierto aumento de la inflación, derivará en un crecimiento menor de los salarios reales en la mayoría de los países, pudiendo haber incluso una caída del salario real, donde la inflación es más alta que el promedio.
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