La feria de La Salada busca integrar el Consejo Productivo Bonaerense que impulsa el gobierno de Daniel Scioli y al que fueron convocados los principales sectores manufactureros de la provincia. El administrador de ese predio comercial, Jorge Castillo, reclamó esa incorporación, argumentando que el enclave es uno de los mayores generadores de empleo de la provincia de Buenos Aires. Scioli se reunió a fines de mayo con las cúpulas de la Asociación de Industriales (Adiba), la Confederación Económica (Cepba), la Federación Económica (FEBA), la Unión Empresarial de Comercio y Servicios y la Unión Industrial (Uipba), que en conjunto integran más de 400 mil pymes, con el objetivo de lanzar este Consejo. “Ojalá alguien le explique al gobernador lo que representa La Salada para los sectores populares”, señaló el administrador del predio.

En el marco del Consejo Productivo, la gobernación bonaerense lanzó una serie de herramientas y políticas de gestión para la creación y el fortalecimiento de pymes en la provincia de Buenos Aires 2014-2015. El paquete de medidas incluye incentivos a la producción y formación de trabajadores, capacitación a exportadores, becas en investigación científica para la agroindustria, evaluación y asistencia técnica a municipios para la creación de Unidades Modulares Productivas, estímulo a jóvenes emprendedores y líneas de financiamiento para la constitución de centros de servicios tecnológicos.

Las medidas están enfocadas a las actividades manufactureras de la provincia. En ese sentido, Castillo consideró que las actividades que se desarrollan en el predio ferial podrían ser merecedoras de estos programas. “Con alrededor de 30 mil puestos de venta, y con un promedio de 12 empleos por cada uno, La Salada genera 360 mil puestos de trabajo directos, además de los indirectos”, sostuvo Castillo. Si bien la cantidad de trabajadores en ese enclave comercial se ubica en torno de las cifras provistas por Castillo, el grado de informalidad de las relaciones comerciales y laborales zanja las diferencias que las propias cámaras empresarias esgrimen ante la posibilidad de sentarse a negociar con éstos. “Sin ánimo de ofender ni polemizar, generamos más empleo y movemos más recursos que varios de los que estaban en esa foto juntos”, apuntó Castillo.

El martes de esta semana, la Agencia de Recaudación bonaerense abrió en La Salada una oficina para atender consultas y gestiones tributarias tendientes a que los feriantes estén correctamente inscriptos, emitan ticket y cumplan con el pago de Ingresos Brutos y el resto de sus deberes fiscales. La Salada está ubicada en el conurbano sur bonaerense, a la vera del Riachuelo, en el partido de Lomas de Zamora, cercano al puente La Noria. El predio consta de cuatro ferias, tres reconocidas por la Municipalidad de Lomas de Zamora, que pagan impuestos, y una ilegal. Todas están ubicadas en terrenos provinciales. Entre las cuatro reúnen unos 30 mil puestos que se alquilan por hasta 500 dólares la noche, en el caso de los habilitados.

“Mediante un esquema de venta directa, del productor al consumidor, evita la intermediación abusiva y ofrece precios económicos, que hacen un incremento indirecto del poder de compra del salario para los sectores medios y bajos”, aseguró Castillo. Los administradores de las ferias calculan que en un buen día pueden llegar a recaudar unos 50 millones de pesos. Por día, la feria congrega cerca de un millón y medio de personas. La feria es el eslabón comercial de la cadena, que no encuadraría en el listado de herramientas y medidas que la administración Scioli puso a disposición del sector manufacturero. En el predio La Salada argumentan que los puestos son ocupados por importadores, pero también por fabricantes y confeccionistas.