Los efectos de la devaluación repercutieron en el turismo receptivo y emisivo. Para los extranjeros, se volvió más económico venir a vacacionar al país. Para los residentes, se encareció. Los turistas no residentes que ingresaron al país durante abril ascendieron a 470.107, lo que representó un incremento interanual del 32,2 por ciento. Las salidas al exterior de los turistas argentinos fueron 462.550, una baja del 26,4 por ciento con relación al mismo período del año pasado. Esta baja también estuvo influenciada por la distintas regulaciones para restringir la compra de dólares.

El gasto estimado para el conjunto de turistas extranjeros arribados a Ezeiza y a Aeroparque fue de 220,4 millones de dólares, incrementándose un 2,9 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. Así lo informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Los principales países emisores fueron Uruguay, Brasil y Chile, que en conjunto representaron el 55 por ciento del total del turismo receptivo. El 45 por ciento de los turistas no residentes arribó a la Argentina a través de la vía terrestre, con un incremento del 78,8 por ciento; un 44 por ciento utilizó la vía aérea, que creció un 7,7 por ciento; mientras que el 11 por ciento restante llegó por vía marítima y fluvial, que subió un 13,9 por ciento.

En cuanto al al turismo emisivo, los principales países de destino fueron Uruguay, Brasil y Chile, que conjuntamente representaron el 54 por ciento del total. El gasto realizado por los turistas argentinos en el exterior se estimó en 271,7 millones para ambos aeropuertos.