La fiesta de inauguración del Mundial 2014 es el jueves y ese mismo día a las 17 empieza a rodar la pelota “brazuca” en el primer partido de fútbol entre las selecciones de Brasil y Croacia. En los dos mundiales anteriores (2006 y 2010) esta columna publicó los estudios de bancos de inversión internacionales sobre los pronósticos de qué países avanzarían en la competición hasta cuál sería el ganador de la Copa. El suizo UBS acertó con el triunfo de Italia en el mundial 2006. En el siguiente, en Sudáfrica, esa entidad financiera, Goldman Sachs, JP Morgan y Pricewaterhouse Coopers se equivocaron: ninguno predijo que la selección de España sería la ganadora. UBS, Goldman y Price habían dicho que el ganador sería Brasil; JP Morgan, Inglaterra. ¿El capitán de qué selección levantará la copa en la final del 13 de julio? ¿Será Thiago Silva o Lionel Messi?, si la final es entre Brasil y Argentina como adelanta Goldman Sachs.

Andreas Höfert, jefe del equipo de economistas de UBS, que en esta oportunidad no difundió sus pronósticos para el Mundial de Brasil, había advertido que “la moraleja de esta historia es que hay que ser humilde sobre los poderes de predicción del modelo. Unos pronósticos acertados dependen tanto de la suerte como de la capacidad, que es una lección que frecuentemente se olvida cuando se intenta cuantificar el futuro”.

Esas simulaciones sobre resultados futuros en un mundial de fútbol revelan de qué se trata la tarea del economista pronosticador. Utiliza herramientas estadísticas y elabora modelos sofisticados para saber qué va a pasar en un torneo internacional de fútbol. La cuestión es que esos mismos economistas hacen lo mismo para subir o bajar el pulgar a países con la misma seguridad y la tan poca certeza como pronostican el campeón de un mundial de fútbol.

Esos estudios financieros son un juego, un elemento divertido, anecdótico, para fanáticos del fútbol. No provocan daños o exacerbación de burbujas especulativas en la construcción de expectativas económicas sobre los países. Con la advertencia de que se trata de un entretenimiento, se detalla un par de estimaciones de entidades financieras porque en los próximos días, amantes y enemigos del fútbol quedarán atrapados del espectacular negocio manejado por una de las multinacionales más poderosas de la Tierra: la FIFA. El fanático, el simpatizante y el paracaidista para los mundiales depositarán deseos y angustias en once jugadores que dentro de una cancha pueden hacer feliz o entristecer a una mayoría.

El banco Goldman Sachs distribuyó un informe entre sus clientes adelantando que la final la jugarán Brasil y Argentina, con un 48,5 por ciento de probabilidad de que el país anfitrión sea el ganador. Argentina tiene una chance de 14,1 por ciento, y si no llega a esa instancia, sería Alemania el tercero con posibilidades con el 11,4 por ciento. Goldman predice una victoria 3-1 de Brasil ante Argentina. Anticipa que Brasil llegará a la final después de superar a Holanda, Alemania y Uruguay en cada una de las fases eliminatorias, mientras que Argentina llegaría al encuentro por el título tras derrotar a Ecuador, Portugal y España (ver cuadro).

Estas predicciones se basan en un modelo estadístico que analizó alrededor de 14.000 partidos internacionales competitivos desde 1960. La variable dependiente en el análisis de regresión es el número de goles marcados por cada selección en cada partido suponiendo una “distribución de Poisson”. “Para que quede claro, nuestro modelo no utiliza ninguna información sobre la calidad de los equipos o jugadores. Por ejemplo, si un jugador clave responsable de los recientes éxitos del equipo se lesiona, esto no tendrá nada que ver con nuestras predicciones. Por supuesto, no es de extrañar que el equipo más exitoso en la historia del fútbol sea el favorito para ganar el Mundial en casa”, afirma el informe de Goldman, escrito por los economistas Jan Hatzius, Sven Jari Stehn y Donnie Millar.

El modelo de Goldman erró en su predicción en Sudáfrica 2010, ya que en esa ocasión anticipó el título de Brasil con un 26,6 por ciento de posibilidades, cuando fueron eliminados en cuartos de final en Sudáfrica. El campeón del mundo España era el segundo favorito de Goldman con un 15,7 por ciento de probabilidades. En esta ocasión, dicen que Argentina es el segundo favorito.

El Banco Itaú elaboró el documento Mundial de Fútbol de la FIFA Brasil 2014: ¿Quién cuenta con más chances? Los economistas del banco brasileño se hacen varias preguntas sobre la economía mundial y la brasileña, para concluir que “a medida que junio se aproxima, lo que de verdad todo el mundo quiere saber es: ¿Quién va a ganar el Mundial?”. Entonces explican que elaboraron un modelo econométrico, condimentado “con una buena dosis de cultura futbolística del equipo de economistas de Itaú”, que intenta responder a esa pregunta. Afirman que identificaron algunas variables que están asociadas con la probabilidad de que una selección avance en el Mundial, sin pronosticar el campeón.

“Determinamos las cuatro selecciones que tienen la mayor probabilidad de alcanzar las semifinales de la competencia”, señalan. Los economistas del Banco Itaú informan que seleccionaron tres factores importantes para hacer la predicción: calidad de la selección en el momento actual (ranking de la FIFA), tradición o “el peso de la camiseta” (cantidad de títulos y continente donde se desarrolla el torneo) y apoyo de los hinchas (evalúan que la selección local tiene ventaja). Sobre este último punto indican que “basta recordar la histórica campaña de la selección de Corea del Sur en 2002. De hecho, el país organizador venció el torneo en seis ocasiones. Países como Suecia e Inglaterra alcanzaron la final sólo cuando fueron sede del evento”. No mencionan el fracaso de la selección local en Sudáfrica.

Luego investigaron a través de técnicas econométricas si esas variables de hecho influyen sobre el desempeño de una selección en los mundiales de fútbol. De ese modo van definiendo los dos primeros de cada zona, los ganadores en octavos y cuartos de final, para alcanzar el siguiente resultado: “Brasil, España, Argentina y Alemania se encuentran en las semifinales. ¡Será histórico! En juego habrá 11 títulos mundiales y rivalidades tan grandes como el propio torneo”.

“A partir de aquí, no nos arriesgamos a hacer un pronóstico: será la voluntad de los dioses del fútbol”, escribieron los economistas brasileños, seguramente un poco por cábala y otro por razones comerciales para mostrar una forzada neutralidad poco creíble.

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