El Pro.Cre.Ar otorgó ayer a través de su noveno sorteo 137.925 créditos para la vivienda. El evento, del cual participaron más de 235 mil familias, se desarrolló en la Lotería Nacional y fue transmitido por la TV Pública. Hasta el momento, el programa de créditos logró la finalización de 32 mil viviendas, otras 79 mil están en fase de construcción y la Anses coordina la edificación de otras 33 mil sobre terrenos fiscales en los llamados Desarrollos Urbanísticos. A esas líneas vigentes se suman las familias que fueron sorteadas ayer. “Se cumplieron metas y se atacó una problemática doble, como era el costo de la vivienda urbana y el costo del crédito hipotecario”, indicó el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien presenció el sorteo junto al director ejecutivo de la Anses, Diego Bossio, y el titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Martín Reibel.

Mañana se cumplen dos años del lanzamiento del Pro.Cre.Ar. En ese momento, la presidenta Cristina Fernández anunció que el plan se extendería hasta 2015, período en el cual se construirían 400 mil viviendas, de las cuales se preveía tener listas 100 mil el primer año. La medida era lanzada con un doble objetivo: como mecanismo anticíclico en un contexto de deterioro económico y también para paliar el déficit habitacional. Una de las novedades era que el Estado, a nivel nacional, provincial y municipal, pondría a disposición terrenos fiscales para que aquellos beneficiarios sin terreno propio pudieran acceder a una vivienda.

La implementación fue más lenta de lo esperado para un plan que se había planteado de manera muy ambiciosa. Una de las trabas provino de la línea “sin terreno”, porque el proceso de selección y acondicionamiento de tierras fiscales para la vivienda fue dificultoso. Hasta el momento hay finalizadas 33.684 viviendas y 113.638 están en marcha en todo el país. De este último número, el 70 por ciento son créditos para las familias, mientras que el 30 por ciento restante se trata de desarrollos urbanísticos, la línea “sin terreno”, sobre tierras estatales. Las 113 mil viviendas en marcha comprometen una inversión de 41 mil millones de pesos.

El objetivo del Gobierno es poner en marcha 100 mil viviendas más durante 2014. Para eso ayer organizó un sorteo donde puso a disposición de las 235.057 familias en total inscriptas 137.925 créditos. De ese total, se sortearon 73.998 préstamos para la línea de construcción “con terreno” y 63.927 para ampliación-terminación y refacción. Las familias sorteadas podrán a partir de hoy solicitar un turno en el Banco Hipotecario para ser atendidas desde el 16 de junio en las oficinas de la entidad. En el sorteo participaron nuevos inscriptos y también familias anotadas en oportunidades anteriores que no fueron elegidas y por eso quedaron en fase de repechaje. Los participantes a través de esa vía sumaron 88.839.

“El Pro.Cre.Ar es un ejemplo de cómo el Estado actúa con efectividad, con puntería, generando bienestar a la gente que logra construir su casa, y a la vez generando un enorme efecto en el empleo vinculado con la industria de la construcción”, indicó Kicillof. El ministro criticó que “en enero y febrero se produjeron abusos, excesos y avivadas en los precios de los materiales”. Advirtió también que las empresas que no cumplieron con el acuerdo de precios en el sector, donde también rige el plan Precios Cuidados, serán sancionadas por la Secretaría de Comercio.

A raíz de la suba de precios de los materiales de la construcción y también por los aumentos salariales para compensar la inflación, la Anses incrementó el monto de los créditos a solicitar y también la escala de ingresos que define en qué condiciones se accede al beneficio. Los valores nominales se incrementaron un promedio del 30 por ciento.

Del sorteo de ayer participaron familias con segmentos de ingresos que van de 8000 a 35 mil pesos. El monto promedio de los préstamos otorgados es de 273.725 pesos y la cuota a pagar es en promedio de 2749 pesos mensuales. También fue incorporada una categoría diferencial de ingresos y montos para los habitantes de la región patagónica, donde los salarios son más altos que en el promedio de la economía.