La AFIP detectó una evasión de 535 millones de pesos en 8914 empleadores que no ingresaron las contribuciones patronales destinadas al Sistema de Seguridad Social, amparándose indebidamente en una serie de beneficios que habían caducado en 2004. El organismo recaudador realizó un cruce de datos para determinar el estado de situación de los distintos beneficios impositivos y detectó que miles de empresas estaban en infracción. El 50 por ciento de esas compañías pertenece a los sectores de manufacturas y comercios, que una vez puestas sobre aviso, comenzaron a regularizar su situación.

La Ley 25.250 fue sancionada en 2000 y establecía una reducción de un tercio en las contribuciones patronales de aquellos empleadores que generasen nuevos puestos de trabajo. Dicha reducción tendría vigencia durante todo el vínculo laboral. La norma fue derogada en 2004. Sin embargo, más de 8000 empleadores continuaron anotando nuevos trabajadores bajo el régimen extinto.

“La AFIP registra la vida de todos los trabajadores. Si nos encontráramos con una sentencia que nos obligara a incorporar a una persona a la vida laboral desde el año 2001, deberíamos permitirle a su empleador aplicar la reducción de las contribuciones patronales según la Ley 25.250. Lamentablemente esta cuestión permitió que algunos empleadores, asesorados por contadores inescrupulosos, siguieran declarando nuevos trabajadores con una bonificación ya inexistente”, explicaron a este diario desde la AFIP.

Por eso, en el nuevo régimen para combatir la informalidad laboral, el organismo logró incluir un artículo que prohíbe taxativamente la retroactividad en la reducción de las contribuciones patronales. Esto, sumado a la capacidad tecnológica de controlar y aprobar online las declaraciones juradas de los empleadores, le permitirá al organismo controlar los resquicios legales por los cuales miles de empresarios evadieron la ley. “Facilitar el cumplimiento de los empleadores facilita el pago de las contribuciones patronales”, indicaron desde la AFIP.