La central nuclear Atucha II comenzó ayer a aportar energía al Sistema Interconectado Nacional. Por ahora el reactor funciona al 5 por ciento, pero la semana próxima está previsto elevar la potencia al 30 por ciento y de ese modo llegará a aportar unos 220 megavatios. Si todo va bien, a fin de año funcionará al ciento por ciento sumando 692 megas de energía neta al sistema, equivalente a la demanda de unos 4 millones de hogares. “Estamos muy orgullosos de que la central se esté conectando a la red porque ayuda a diversificar la matriz, sustituye importaciones, que hace al autoabastecimiento energético y fundamentalmente a la soberanía energética”, aseguró ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien encabezó el acto realizado en el complejo nuclear del partido bonaerense de Zárate.

El contrato para la construcción se firmó en mayo de 1980. La obra debía terminar en 1987, pero se fue demorando hasta que en 1994 quedó interrumpida. El gobierno de Néstor Kirchner decidió reactivar la obra en 2006 y luego de algunas demoras en la construcción y las pruebas de puesta en marcha, el reactor alcanzó la puesta a crítico el pasado 3 de junio. Ayer se cumplió el último paso al conectarlo al sistema eléctrico, De este modo, se da por concluida definitivamente una obra que demoró 34 años.

Atucha II enfrentó sus problemas más graves en la década del ’90, cuando el gobierno de Carlos Menem paralizó la obra y les puso bandera de remate a las centrales existentes. Luego siguió la Alianza, que llevó a la crisis de 2001 y recién cuando la inestabilidad económica comenzó a quedar atrás, Néstor Kirchner ordenó retomar las obras del reactor para concluirla. El plan original preveía su culminación en 2010. Era un objetivo demasiado ambicioso porque no iba a ser sencillo reactivar una megaobra luego de 12 años de parate y sin el asesoramiento de Kraftwerk Union, filial de Siemens que había diseñado el reactor, pero que en 2006 ya se había retirado de la actividad nuclear.

Cuando los técnicos retomaron la construcción, las obras civiles estaban avanzadas, pero en las electromecánicas no se había hecho prácticamente nada. Había 40 mil toneladas de materiales depositadas en 85 depósitos. La culminación de la obra estuvo a cargo de la firma estatal argentina Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), comandada por José Luis Antúnez, quien en los últimos años se instaló prácticamente a vivir en la central y ayer disfrutó cuando Atucha II quedó conectada al sistema eléctrico. También estuvieron allí para ser parte de este momento histórico el director de NASA, Rubén Quintana; el gerente general, Jorge Sidelnik; la titular de la Comisión Nacional de Enería Atómica (CNEA), Norma Boero, y su vice, Mauricio Bisauta.

De Vido recorrió la central con el resto de los funcionarios y luego aseguró ante los periodistas que la intención oficial es seguir adelante con el plan nuclear. “Desde el 2003 invertimos 11.000 millones de dólares en el sector y la Argentina tiene un plan de inversión que contempla el desembolso de 31.000 millones de dólares más para poder construir la cuarta y la quinta central nuclear”, aseguró. “Estamos trabajando. Hay un proceso de preclasificación que incluyó a empresas de Rusia, China, Estados Unidos y Corea y ahora estamos analizando la propuesta económica y fundamentalmente el esquema de financiamiento que nos propone cada uno. También puede haber alternativas de acuerdo país-país que serán analizados”, agregó.

El ministro destacó también que se está trabajando en el alargamiento de vida de la central Embalse. Cuando Atucha II ya esté funcionando a su máxima potencia, Embalse saldrá de funciones durante un plazo de dos años para cambiarle los generadores de vapor y actualizar las bombas, entre otras tareas. Esos cambios permitirán volver a usarla por otros treinta años. De Vido recordó también que dentro de cinco semanas la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugurará en Pilcaniyeu la fabricación de uranio enriquecido. “Argentina va a pasar a partir de ese momento a ser uno de los once países del mundo que enriquecen uranio”, sostuvo el ministro. También le preguntaron si estaba previsto retomar la producción de uranio mineral: “Queremos ser absolutamente cautos, ser amigables con el medio ambiente y con las provincias para ver la posibilidad de llevarlo adelante”, respondió.