Las reservas en poder del Banco Central subieron ayer 27 millones de dólares, alcanzando los 29.270 millones, con lo que cierra su tercer mes consecutivo con balance favorable. El mes finalizó con un incremento en el stock de reservas de 728 millones, equivalente al 2,6 por ciento, según cálculos preliminares del organismo monetario. Por otra parte, la autoridad monetaria dispuso la extensión para este segundo semestre de 2014 de la Línea de Créditos para la Inversión Productiva (LCIP), que permitirá el acceso a financiamiento en condiciones ventajosas por 30 mil millones de pesos a pequeñas y medianas empresas del país. En el primer semestre, las pymes tuvieron disponibles 23.500 millones de pesos a través de esta línea oficial.

Los bancos alcanzados por la norma deberán prestar a las pymes el 5,5 por ciento de sus depósitos provenientes del sector privado a una tasa del 19,5 por ciento y a un plazo que no podrá ser inferior a los tres años. Cada entidad financiera podrá aplicar un 35 por ciento del monto de la línea al descuento de cheques de pago diferido, manteniendo el saldo de cartera hasta el próximo 31 de diciembre. Esta posibilidad había sido incorporada por el organismo para evitar que la suba de tasas que prosiguió a la devaluación de fines de enero interrumpiese la cadena de pagos de este segmento.

“Si los plazos utilizados para el descuento de cheques de pago diferido fueran menores, deberán completarse con otras operaciones hasta alcanzar esa fecha”, explicaron desde el ente monetario. En caso contrario, la operación no computará para el cumplimiento del cupo. Como excepción, los bancos participantes podrán utilizar hasta un 15 por ciento de la LCIP para financiar proyectos de grandes empresas, siempre que cuenten con la aprobación específica del Central. Durante el primer semestre del año, las pymes recibieron a través de la LCIP préstamos por un total estimado en 23.500 millones de pesos. Los bancos que participan de la LCIP son aquellos que poseen al menos el uno por ciento del total de los depósitos del sistema o bien aquellos que, sin cumplir esa regla, sean agentes financieros del Estado nacional, provincial o municipal.

Con un mercado de cambios más abastecido por cerealeras y aceiteras, el Central compró ayer unos 100 millones de dólares, con lo que las adquisiciones acumuladas en junio ascendieron a 1380 millones, 40 millones menos que en mayo. El dólar se mantuvo en 8,15 pesos, mientras que las operaciones en el segmento paralelo llevaron al blue a 12,20 pesos, cinco centavos más que la rueda anterior. Las compras del BCRA en el mercado de cambios no se reflejan en igual cuantía en el comportamiento de las reservas, debido a que parte de los fondos son utilizados para la cancelación de vencimientos de deuda y pago anticipado de importación de energía. En lo que va de 2014, el saldo se mantiene negativo, con una pérdida de 1329 millones de dólares (4,3 por ciento) en relación con los 30.599 millones del cierre de 2013.

En la Bolsa porteña, la incertidumbre en torno de lo que suceda con el litigio entre el país y los fondos buitre jugó a favor de los bonos en pesos y castigó las emisiones en dólares. La aprobación del viernes del juez de la causa en Nueva York, Thomas Griesa, a que se paguen los tenedores de bonos con legislación argentina (ver aparte) apuntaló ayer la tendencia. Las caídas en las series en dólares alcanzaron el 3 por ciento mientras que las subas de los bonos en pesos superaron el 5 por ciento. El panel de acciones líderes retrocedió 0,2 por ciento. En Wall Street, los papeles de empresas argentinas operaron con mayoría de alzas.