ECONOMíA › EL GOBIERNO AMPLIO EL MONTO Y EL ALCANCE DEL PLAN REPRO
En un contexto de mayores tensiones en el mercado laboral, el Ministerio de Trabajo elevó el subsidio que cubre una porción del salario de los trabajadores de empresas en crisis a 2000 pesos y lanzó nuevos beneficios para el plan Progresar.
› Por Tomás Lukin
Con el objetivo de prevenir y morigerar las consecuencias de un menor ritmo de crecimiento sobre el mercado laboral, el Ministerio de Trabajo relanzó el Programa de Recuperación Productiva (Repro). El instrumento contracíclico es un subsidio a las empresas mediante el cual el Estado se hace cargo del pago de una parte del salario a los trabajadores del sector privado. La suma fija mensual otorgada a los asalariados de las firmas que acreditan dificultades pasó de 1500 a 2000 pesos. Desde el equipo económico indicaron a Página/12 que, en el contexto actual, se decidió agilizar las evaluaciones de las solicitudes y la aprobación de los beneficios para dinamizar el programa. Para acceder al Repro los empresarios deben demostrar su situación crítica, contar con el aval del sindicato y no pueden reducir su plantilla de trabajadores.
El Proemplear presentado ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner contempla, además, la articulación y modificación de distintas políticas laborales existentes para hacer frente a problemáticas estructurales como la informalidad laboral y la necesidad de reducir los niveles de desocupación entre los jóvenes. Quienes están adheridos al plan Progresar –la iniciativa que brinda una prestación económica de 600 pesos mensuales para apoyar a jóvenes entre 18 y 24 años a retomar o iniciar sus estudios– podrán acceder a los programas de capacitación que ofrece Trabajo. Los cambios al esquema vigente habilitan a 75 mil beneficiarios de ese plan “en condiciones de vulnerabilidad” –sobre 500 mil adheridos– a realizar prácticas remuneradas en empresas por 2000 pesos mensuales. Esto representa una inversión de 450 millones de pesos en el semestre en curso.
En una segunda etapa, argumentan desde la cartera laboral, esos jóvenes “más capacitados” podrán acceder a los programas de inserción laboral promovidos desde la cartera a cargo de Carlos Tomada. Un joven varón entre 18 y 24 años, con estudios secundarios incompletos y sin experiencia laboral tiene un 17 por ciento de probabilidades de acceder a un empleo registrado. En cambio, indican en Trabajo, si termina la secundaria y recibe capacitación formal, las probabilidades de conseguir un puesto de trabajo en relación de dependencia aumentan a 45 por ciento. No obstante, cualquier iniciativa destinada a promover la creación de puestos de trabajo y la reducción de la precariedad laboral, reconocen en el equipo económico y advierten desde el sector sindical, requiere del dinamismo de la actividad económica.
Los subsidios del Repro existen desde principios de 2002, cuando se sancionó la Ley de Emergencia Ocupacional, pero su cobertura creció exponencialmente con el estallido de la crisis internacional de 2008 a partir de la decisión política del Gobierno para facilitar el acceso y la permanencia en el programa. Desde la cartera que conduce Tomada recordaban anoche que el Repro alcanzó a 145 mil asalariados en relación de dependencia en 2009, el equivalente a un punto porcentual del desempleo. El subsidio nunca dejó de estar disponible, pero la mejora en los niveles de actividad permitió bajar el perfil del programa. “Como el mercado de trabajo comenzó a evidenciar tensiones en el actual escenario de menor crecimiento económico, se decidió volver a impulsar el programa preventivamente”, explicó a este diario un funcionario que trabajó en el diseño de las herramientas.
A fines de junio había 36 mil asalariados registrados del sector privado a quienes el Estado pagaba una parte de su salario. Todavía no se observó un incremento significativo en las solicitudes del subsidio, aunque se registró una mayor demanda desde sectores puntuales como el autopartista. Ese mismo sector fue uno de los principales beneficiarios del Repro un lustro atrás. “El objetivo central es evitar las consecuencias negativas para las condiciones de vida de los trabajadores y la capacidad productiva de las empresas evitando que se produzcan despidos en el marco de crisis puntuales o transitorias”, enfatizó a Página/12 un colaborador de Tomada. El subsidio asciende a 2000 pesos mensuales por un plazo de 12 meses, pero el “ahorro” para el empleador es mayor ya que se reduce la magnitud de los aportes patronales realizados.
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