Las medidas que anunció el Gobierno para promover el empleo buscan neutralizar la tendencia evidenciada en el segundo trimestre, período en el que los puestos de trabajo registrados mostraron una caída de 0,3 por ciento con respecto al trimestre anterior, según la Encuesta de Indicadores Laborales que elabora el propio Ministerio de Trabajo. En el informe se destaca que entre abril y junio todavía se observa una suba interanual de 0,5 por ciento y que la magnitud de la caída intertrimestral es leve, pero es el primer retroceso que se registra desde el segundo trimestre de 2013. Por ese motivo se encendieron las alarmas. “Este comportamiento ya se ha verificado en otras etapas de incertidumbre o de crisis. Por un lado, los empleadores deciden no reemplazar la totalidad de los empleados que, habitualmente y por distintos motivos, se retiran de sus empresas. Por el otro, los trabajadores, ante un contexto de mayor incertidumbre, reaccionan reduciendo su movilidad laboral, siendo menos frecuentes las renuncias”, destacó el Ministerio.

En el informe se aclara que es habitual que el volumen de despidos no crezca, básicamente por el hecho de que las dotaciones de personal se reducen como resultado de una baja en el número de contrataciones. Ese dato se comprueba al observar que el porcentaje de asalariados despedidos en relación con el empleo total alcanzó en el 2 trimestre del año al 0,7 por ciento, igual porcentaje al verificado en el mismo período de 2013, e inferior al observado entre 2008 y 2012.

Con respecto a las suspensiones, en el informe se aclara que, en general, afectan a una porción muy pequeña del total del empleo registrado. De hecho son pocas las firmas que recurren a esta medida, incluso en fases contractivas. “Esto se comprueba en el segundo trimestre de 2014 cuando, a pesar de que la proporción de trabajadores suspendidos en relación con el total del empleo crece con respecto al mismo trimestre del año anterior (en 1,2 punto porcentual), la problemática afecta a 6 de cada mil asalariados registrados”, se remarca en el texto.

Al dar cuenta de la evolución en los distintos aglomerados urbanos relevados con respecto al trimestre anterior, se observó un descenso del nivel de empleo de 0,1 por ciento en Gran Buenos Aires, 0,7 por ciento en Gran Córdoba, 1,5 por ciento en Gran Rosario, 1 por ciento en Gran Mendoza, 0,8 por ciento en Gran Tucumán, 0,9 por ciento en Gran Santa Fe, y 0,1 por ciento en Gran Paraná. La única excepción fue Gran Resistencia, donde el empleo se expandió un 2,4 por ciento. Con respecto al comportamiento interanual, se destacó el crecimiento en Gran Buenos Aires (0,8 por ciento), Gran Córdoba (0,4 por ciento) y Gran Santa Fe (1,7 por ciento). Por su parte, en Gran Tucumán y en Gran Paraná el empleo se mantuvo en el mismo nivel que en el segundo trimestre de 2013; mientras que en Gran Rosario, Gran Mendoza y Gran Resistencia se produjeron reducciones en los niveles de empleo (1,2 por ciento, 2,4 y 0,8 por ciento, respectivamente).

Cuando se observa la evolución intertrimestral por rama de actividad, el informe resalta que la expansión verificada en la construcción (0,7 por ciento) y en los servicios comunales, sociales y personales (1,4 por ciento) no alcanzó a compensar la pérdida de empleo en industria (1,1 por ciento); comercio, restaurantes y hoteles (1,6 por ciento); transporte, almacenaje y comunicaciones (0,6 por ciento) y en servicios financieros y a las empresas (0,2 por ciento). Al analizar la evolución interanual de la cantidad de puestos de trabajo, se observa una expansión de la dotación de personal en la mayoría de las actividades, con excepción de la construcción y comercio. En el caso de la construcción, pese al crecimiento observado en el segundo trimestre, la variación interanual sigue registrando una caída de 4,6 por ciento. Por su parte, comercio, hoteles y restaurantes presenta una reducción interanual moderada (0,3 por ciento). El incremento neto anual de puestos de trabajo alcanzó a 3,1 por ciento en el transporte, almacenaje y comunicaciones; 2,2 por ciento en servicios comunales, sociales y personales; 1,1 por ciento en servicios financieros y a las empresas, y 0,4 por ciento en industria manufacturera. Otro modo de ver los datos es de acuerdo con el tamaño de la empresa. En ese caso los resultados que surgen de la EIL muestran que entre el primer y el segundo trimestre de 2014, el empleo se mantuvo prácticamente sin cambios en las firmas medianas (0,1 por ciento) y disminuyó en las pequeñas (0,6) y en las grandes (0,3 por ciento). Con respecto a la evolución interanual, en todos los tamaños de empresas se verificó un incremento neto de los puestos de trabajo: en las empresas grandes (200 y más ocupados) fue de 0,7 por ciento, en las pequeñas de 0,5 por ciento y en las medianas de 0,4 por ciento.

En lo referente a las expectativas empresarias para el corto plazo, un 59 por ciento espera aumentar la cantidad neta de trabajadores, un porcentaje menos favorable que el expresado un año atrás (70 por ciento), pero superior al que se verificó en el segundo trimestre de 2009, cuando la crisis global ya había impactado en el país.