Sergio Massa, líder del Frente Renovador, y Hermes Binner, del Partido Socialista.

Varios referentes de la oposición se sumaron a las críticas de empresarios contra el proyecto de Ley de Abastecimiento que impulsa la Secretaría de Comercio para defender a los consumidores frente al abuso de precios de los comerciantes. “La iniciativa es un disparate”, dijo el diputado nacional del Partido Socialista Hermes Binner. A su vez, el principal dirigente del Frente Renovador, Sergio Massa, consideró que la medida es un “ataque” a las empresas. “La idea tiene una serie de errores que pueden producir más daño interno”, interpretó. Francisco de Narváez, diputado de la Unión Celeste y Blanca, también se mostró en contra de la propuesta del Gobierno. “Creará más incertidumbre. El rumbo del país no es el correcto y las perspectivas no lucen bien”, enfatizó. Estos dirigentes coincidieron en que la política económica para bajar la inflación debe centrarse en la disminución de la demanda agregada, a partir del recorte del gasto público y la menor intervención del Estado.

Binner aseguró que desde el FA-Unen están convencidos respecto de que la propuesta del Gobierno es una equivocación, porque la regulación de la producción, el comercio y los precios no debe quedar en manos estatales. “Todavía creemos en la mano invisible del mercado, porque en definitiva el paso de la historia sigue siempre presente como forma de evolucionar y de arreglar las cuestiones”, mencionó. El ex gobernador de Santa Fe agregó que el Estado sí tiene una “responsabilidad indelegable” en el manejo de la macroeconomía, lo cual significa implícitamente ajustar el presupuesto del sector público para conseguir superávit fiscal. “La Argentina es un país pobre. Debemos construir un país normal”, cerró.

La defensa de la mano invisible, uno de los conceptos elementales de la economía liberal, es una afirmación contraria a los principios históricos del socialismo. No es la primera vez que declaraciones del dirigente generan polémica en relación con los ideales que dice representar. En 2013, el Partido Socialista fue expulsado del Foro Social de San Pablo, el cual está integrado por las principales fuerzas de centroizquierda de América latina. En esa oportunidad, Binner indicó que si le hubiera tocado participar de las elecciones presidenciales de Venezuela, habría votado por el candidato opositor Henrique Capriles.

La lectura de Massa avanzó en la misma dirección que Binner respecto del rol del sector público. “Es tiempo de que el esfuerzo lo haga el Estado para no aumentar la presión y el intento de injerencia sobre la actividad económica”, dijo. Agregó que “la Ley de Abastecimiento tiene, a nuestro entender, por lo menos una serie de errores que pueden producir más daño. No es atacando a pequeñas, medianas y grandes empresas como se va a defender el trabajo en este momento”.

El jefe del Frente Renovador apuntó contra las expectativas negativas del mercado y el desorden macroeconómico para explicar el menor dinamismo de la producción y el consumo. “La incertidumbre que atraviesa el país en materia económica provocó un freno en la economía de los barrios, con un estancamiento del empleo y de la inversión. También generó la caída del nivel de actividad del rubro de servicios, que representa el 70 por ciento del Producto”, dijo. Agregó que “la situación se complementa con el desconcierto que generan la tensión cambiaria, el crecimiento de la inflación, la situación de creciente emisión monetaria”.

De Narváez también concentró sus críticas en la incertidumbre que existe entre los privados. “No estoy viendo bien al país y seguramente en los próximos 16 meses será peor”, aseguró. El legislador anticipó que votará en contra de la Ley de Abastecimiento, puesto que “este tipo de leyes son las que generan mayor incertidumbre en la población. Cuando pasa esto, el que tiene que invertir no invierte”. Además de criticar las iniciativas del Gobierno, el político realizó sugerencias acerca de cómo debe conformarse el equipo económico. “La presidenta Cristina Fernández debería cambiar al ministro de Economía, Axel Kicillof, porque los resultados son tremendamente negativos. Todos los gobiernos del mundo tienen un Kicillof, pero la diferencia es que los países no le hacen caso y nosotros lo tenemos de ministro”, cerró.