”Mediante mentiras, engaños e interpretaciones forzadas, diferentes medios de comunicación y referentes opositores pretenden generar alarmas sobre la evolución de los precios en la economía”, aseguró anoche el secretario de Comercio, Augusto Costa, a través de un comunicado en el que relativizó los aumentos denunciados de alimentos y bebidas. El funcionario aseguró que en muchas ocasiones se difunden subas de precios puntuales en distintos productos que obedecen a cuestiones estacionales, que a posteriori se revierten: “Un caso típico es el del tomate o la lechuga. Lo hemos experimentado hace pocos meses: el aumento de precio es amplificado por las usinas de desinformación, pero al momento de la restitución de equilibrio en el mercado, y la consecuente disminución de los precios, no merecen mayor atención”, recordó.

Costa le apuntó luego directamente a una nota publicada ayer en el diario Clarín referida a los aumentos en el precio de los alimentos. “La nota se encuentra plagada de errores e inconsistencias. En primer lugar, el ‘relevamiento’ propio del diario se realizó sólo sobre cuatro supermercados, todos ubicados en la Ciudad de Buenos Aires. Esta ‘muestra’ carece de toda representatividad para determinar el nivel de precios de un producto y más todavía la evolución de los precios en general. Un mismo tipo de bien varía significativamente entre las diferentes marcas. De esta forma, el mismo producto (por ejemplo 1 kg de harina 000) pudo incrementar su precio entre un 14 y un 63 por ciento, según la vara con lo que se quiera medir. La ausencia de una metodología clara por parte del relevamiento de Clarín y otras entidades privadas impide saber con exactitud cómo han obtenido esos valores”, sostuvo. Costa aseguró además que los precios también varían significativamente entre cadenas de supermercados para un mismo producto de idéntica marca. A modo de ejemplo, dijo que la harina 000 de la misma marca cuesta más en Disco que en Coto.

“La desaceleración en la variación de los precios desde el mes de enero no sólo es reconocida por el Indec (que pasó de 3,7 en enero a 1,4 por ciento en julio), sino también por todas las mediciones alternativas. Incluso el índice opositor denominado ‘Congreso’, cuya metodología directamente no existe, muestra una desaceleración permanente desde enero hasta junio”, resaltó Costa. El secretario dijo que una de las falacias que más utilizan los medios y economistas opositores es la de anualizar los datos de un mes, multiplicando por 12, “como si la tendencia de un mes pudiera proyectarse hacia adelante sin más. Este engaño fue recurrente en los meses de enero y febrero de este año. Esta maniobra dejó de ser efectiva cuando a partir de marzo se registró un claro proceso de desaceleración de los precios, entonces volvieron los cuestionamientos a las estadísticas oficiales y a fogonearse los indicadores truchos de las consultoras privadas”, agregó.