El Gobierno estima que el año que viene se duplicarán, de 900 a 1800 millones de dólares, las exportaciones argentinas a Rusia. Así lo manifestó ayer la ministra de Industria, Débora Giorgi, de visita por Rusia con una centena de empresarios argentinos para cerrar negocios de exportación. La clave de ese crecimiento esperado consiste en que Rusia dejó de comprar a Estados Unidos y a Europa un amplio grupo de alimentos por 9300 millones de dólares. En esos sectores, la Argentina y otros países de la región tienen producción y ventajas competitivas.

“La performance de las empresas argentinas en la feria internacional de alimentos de Moscú ha sido excelente. Estuvimos con 35 empresas con stands y más de 90 firmas de alimentos y bebidas de todo el país, y la repercusión que han tenido la calidad y el precio de nuestros productos ha sido muy buena”, señaló Giorgi. La funcionaria destacó el desempeño del sector avícola, de lácteos, peras y manzanas, aceites, vinos y legumbres, entre otros.

“Este mercado es muy importante, tiene un enorme poder de compra. Mucha oportunidad, muy buena recepción y están muy contentos los empresarios”, resumió Giorgi. Detalló que entre los productos que Rusia va a dejar de comprar a Estados Unidos y Europa, la Argentina podrá aprovechar para vender unos 750 millones de dólares para exportación de los próximos doce meses, y 900 millones de dólares en otros artículos. También contó que en pollo, manzanas y leche ya se cerraron negocios. Estimó que, según un cálculo conservador, el año que viene las exportaciones totales a Rusia estarán entre 1800 y 2 mil millones de dólares, muy por encima de los 900 millones actuales.