El episodio de los “fondos buitre” parece mostrar, a la vez, la peor cara del régimen político de los EE.UU. y la crudeza de su sistema global de dominación (cada vez más dañado pero aún muy poderoso). La plutocracia que conduce a “la gran nación del Norte” lo gobierna cada vez más visible y brutalmente. En estos días se ha difundido un ranking de billonarios “influyentes” en los poderes públicos “americanos” que ubica al “buitre” Elliott (NML) en el 16o lugar.

A este respecto, no quedan claras las razones de la “no intervención” del presidente Obama ante la Justicia de su país en este caso: si respondió al deseo de no malquistarse con Elliott y/o al de servir, de modo más general, a los intereses más miopes de las finanzas globales desreguladas. Lo que parece seguro es que su “prescindencia” (en rigor, “embanderamiento”) no ha respondido a ninguna racionalidad económica ni política de orden global. Esta última cuestión nos conduce a la segunda afirmación de la frase inicial: a “la crudeza de su sistema global de dominación (cada vez más dañado pero aún muy poderoso)”. Un claro episodio simbólico de esta crudeza y –a la vez– de sus posibles límites de cara al futuro lo brinda el resultado abrumadoramente perdidoso de su opción por el “NO” en la votación de las Naciones Unidas: la que ha definido el inicio de los trabajos a favor de un sistema para la solución eficaz de los default soberanos (para reparar el vacío normativo global que permite que se use a un juez “municipal” de los EE.UU. para extorsionar a nuestro país).

El “NO” de los EE.UU. apenas tuvo 10 acompañantes: la “hermandad anglosajona” a pleno, Alemania, Japón y unos pocos “comparsas” de menor cuantía. En rigor, lo que más importa de este grupito –si dejamos a un lado la cuestión de las necesarias mayorías a nivel de la ONU para intentar mejorar el estado de las cosas planetarias con algún consenso– es que contiene todas las “divisas fuertes” hoy dominantes pero llamadas a ceder posiciones a favor de los nuevos poderes emergentes: el dólar, la libra, el “euro-marco” y el yen.

* Economista (Cefid.Ar y RJF de América latina).