“El fondo de la cuestión es lo que originalmente sentenció el juez (Thomas) Griesa respecto de nuestros bonos, algo absolutamente ilegal. Es absolutamente insólito, inesperado y hoy no saben cómo aplicarlo. El Citibank no tiene ninguna pistola en la cabeza, tiene la ley argentina en la cabeza. Y la verdad es que el juez Griesa le ha puesto un grillete al banco que le impide cumplir con sus contratos.” El ministro de Economía, Axel Kicillof, fue categórico al manifestar que el fallo del magistrado neoyorquino puso en una encrucijada tanto al Citibank, encargado de pagarles a los bonistas bajo legislación local, como al Banco de Nueva York, el agente fiduciario encargado de canalizar los pagos de los títulos reestructurados bajo legislación extranjera.

“El Gobierno va a tener que hacer un depósito el 30 de septiembre, por eso intimamos al BoNY para que nos diga qué va a hacer. De lo contrario, tomaremos algunas determinaciones”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda. Si el BoNY no da respuestas al gobierno argentino, se aplicará lo establecido en la reciente Ley de Pago Soberano de la deuda externa, que fijó un nuevo fiduciario para abonar los títulos reestructurados.

“El contrato argentino no es con el Citibank Nueva York, es con el Citibank Argentina, es un banco argentino que está aprobado por el Banco Central, o sea sometido a la legislación argentina. Si no paga, estaría incumpliendo leyes argentinas. Entonces, ¿qué espera la abogada del Citibank? Si uno se instala en un país y después no quiere cumplir las leyes de ese país, ya estamos en un lío enorme”, aseveró Kicillof en declaraciones a Radio Del Plata.

El funcionario realizó estas aseveraciones ante la inminencia del próximo vencimiento, el 30 de septiembre. La postura del Gobierno es que más allá del periplo del Citi en los juzgados neoyorquinos, debería canalizar los pagos correspondientes, según lo pactado en los contratos bajo legislación argentina (ver aparte).

“La verdad es que no sé qué camino va a tomar el Citibank en el cumplimiento de la ley y las regulaciones locales. En caso de incumplirlos, habrá que ver la gravedad. La República Argentina lo que hizo fue una consulta, también al Citibank, con intimación, preguntándole si va a cumplir o no más allá del tour que quiera dar por tribunales norteamericanos. No queremos llevarnos ninguna sorpresa”, examinó el titular del Palacio de Hacienda.

El funcionario recalcó que la Argentina pagará su próximo vencimiento de casi 200 millones de dólares, para no dejar dudas de que el país tiene la voluntad de cumplir con sus acreedores. A su vez, la nueva Ley de Pago Soberano habilita al Ministerio de Economía a depositar una suma de dinero equivalente al pago que habrían de recibir los fondos buitre y los holdouts en caso de haber accedido a alguno de los canjes.

“La Argentina, el día del vencimiento paga, con lo cual nadie le puede venir a decir ni que está en default, ni que no pagó, ni que no quiere pagar. Tenemos vocación de pago, todo lo demás lo veo como elementos extorsivos. El problema es que todo este mecanismo de indecisión, de indefinición, pretende actuar como una extorsión sobre Argentina para que les paguemos a los buitres”, graficó Kicillof.

El ministro sostuvo que durante la reunión de la ONU, que tendrá lugar mañana, se hablará de la problemática mundial que implica el accionar de los fondos buitre. “Son verdaderas plagas del sistema financiero”, calificó.

Por otro lado, el funcionario destacó el acuerdo de intercambio de moneda (swap) con China para que el comercio entre ambos países sea realizado con la moneda local. A su vez, este acuerdo abrió la posibilidad de que los yuanes que ingresen desde China puedan contabilizarse en las reservas del Banco Central.

“Cuando los países tienen una relación comercial estrecha, en lugar de efectivizar los pagos en efectivo se pueden generar cuentas en cada uno de los países en la moneda del país respectivo, entonces las compras que hace China pueden realizarse en pesos, en lugar de mandar dólares. Una vez que está activo el swap, lo que puede pasar es que en lugar de pagar en dólares se lo haga en yuanes. Una vez que está activado tiene un flujo permanente con altas y bajas”, explicó Kicillof.

Además del intercambio comercial con China, el swap permitiría estabilizar todo el mercado de cambios, según la óptica del ministro de Economía. “Un país como Argentina tiene buena parte de sus ventas al exterior estacionales, por ejemplo por tomar la soja, el trigo, incluso la carne, que responden a factores cíclicos. Lo que se busca es que no se generen grandes fluctuaciones en las reservas. Todo el mundo sabe que aproximadamente hasta el mes de septiembre se liquida la cosecha de soja. Hasta ese momento ingresan divisas, como muchas otras ramas de la producción. Entonces el swap permitirá que esto no desestabilice las variables financieras porque son cuestiones comerciales”, concluyó el funcionario.