La actividad económica no registró variación en julio respecto del mismo mes del año pasado, al tiempo que anotó un leve incremento del 0,1 por ciento en relación con junio. Así lo informó ayer el Indec. El freno en las decisiones de consumo e inversión de la población a partir de las tensiones cambiarias y la disputa de la Argentina contra los fondos buitre fue un elemento relevante para explicar el flojo desempeño del crecimiento local. El estancamiento de la economía brasileña, la falta de dinamismo del comercio mundial y la caída de los precios internacionales fueron los otros factores que provocaron un menor movimiento de la economía. Una consecuencia de la especulación cambiaria del mercado interno fue que el negocio de los bancos avanzó casi 12 por ciento en 2014, mientras que la industria cayó más del 2 por ciento.

El crecimiento de la economía pasó del 3 por ciento en 2013 a una variación cercana a cero este año. El Indec detalló esta semana cómo fue el desempeño de las distintas ramas de la actividad en los últimos meses. Los sectores productores de bienes registraron la caída más importante entre abril y junio respecto del mismo período del año pasado. Por caso, la rama manufacturera computó una contracción del 2,4 por ciento, mientras que la construcción anotó una caída del 2,3 por ciento. A diferencia de este desempeño, los complejos exportadores y financieros computaron una fuerte expansión de los negocios. La agricultura creció 4,2 por ciento, al tiempo que la intermediación bancaria avanzó al 11,2 por ciento. Las cifras permiten distinguir ganadores y perdedores de la devaluación, que en el último año ascendió al 32 por ciento.

La incertidumbre cambiaria fue un desincentivo para la inversión privada. En el segundo trimestre, la compra de equipos durables de capital (maquinaria) retrocedió 7,4 por ciento respecto del mismo período del año pasado, al tiempo que la inversión bruta bajó 3,7 por ciento. “Piensan que van a ganar menos de lo que ganaban, por lo que frenaron decisiones de inversión”, afirmó hace una semanas Cristina Fernández de Kirchner. Frente a la reticencia de empresarios a destinar recursos para la actividad productiva, las inversiones del Estado fueron claves para moderar la desaceleración del ciclo económico. El gasto público avanzó en el segundo trimestre a 4,2 por ciento interanual, para ser el único componente de la demanda agregada con crecimiento.

Además de las distorsiones internas, la floja performance de la economía de Brasil y el debilitamiento del comercio mundial fueron elementos centrales para explicar el freno de la actividad local. El Indec computó que las exportaciones bajaron 9 por ciento en julio respecto del mismo mes de 2013. En el detalle por productos, se destacó la caída de 23 por ciento de los despachos de las terminales automotrices.