Los cortes de luz de diciembre del año pasado expusieron la falta de inversión en las redes distribución. Edesur y Edenor aseguraron entonces que el congelamiento tarifario no les había dado margen para mayores desembolsos. Desde el Gobierno respondieron que las tarifas no habían sido el problema porque el servicio está subsidiado. Más allá de las causas, los apagones dejaron en evidencia un control estatal insuficiente. Por ese motivo, el Gobierno decidió asumir un mayor protagonismo. El Ministerio de Planificación se hizo cargo a partir de entonces de la gestión de los recursos del Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica (Focede) y encaró un ambicioso plan para reforzar las redes. Fuentes oficiales informaron a Páginal12 que hasta septiembre en el área de Edesur 325 obras ya se realizaron, 75 están a punto de finalizarse, 87 están en su etapa inicial y otras 325 figuran en carpeta, mientras que en la zona de Edenor 204 obras están terminadas, 40 en etapa de finalización, 150 en proceso y 56 en carpeta. En total son 1263 obras por un monto aproximado de 800 millones de pesos. Además, se compraron seis subestaciones móviles por otros 227 millones de pesos.

Las obras que se han venido ejecutando contemplan instalación de nuevos centros de transformación, mantenimiento y recambio de equipos, repotenciación y renovación de la red de baja y media tensión, ampliación de salidas a la red de cámaras e instalación de nuevos alimentadores. Más allá de las cifras de inversión que muestra el Gobierno, las obras pudieron verse durante el año en los barrios que fueron más afectados por los apagones, como Villa Mitre, La Paternal, Flores, Liniers, Santa Rita, Caballito, Villa Crespo, Almagro, Boedo, Parque Patricios, Barracas, Constitución, entre otros barrios de Capital Federal. Las reparaciones y repotenciación del sistema también se llevó adelante en los municipios del conurbano, fundamentalmente de la zona sur y sur oeste, donde se registraron más cortes en diciembre y enero.

Además de los fondos del Focede, provenientes de un monto adicional que pagan los hogares desde fines de 2012, el Ministerio de Planificación puso otros 1000 millones de pesos del tesoro a disposición de municipios del conurbano bonaerense, con los cuales firmó convenios para renovar y ampliar redes de media y baja tensión, repotenciar centros de transformación y construir nuevos centros. Todos estos desembolsos elevarían la inversión en distribución a cerca de 2000 millones de pesos en 2014 en caso de ejecutarse.

La duda es si los desembolsos servirán para tener un verano más tranquilo. Fuentes del Ministerio de Planificación aseguraron a este diario que la red está un 50 por ciento mejor que antes de los últimos apagones y que la crisis de diciembre no volverá a repetirse. Los funcionarios remarcan que en ese momento el país debió enfrentar una ola de calor inédita, pero prometen un fin de año más apacible aún si ese escenario climático se repitiese. Igual aseguran que se ha venido trabajando para responder mejor en caso de interrupciones en el servicio al obligar a las empresas a reforzar sus cuadrillas y mejorar la atención telefónica al público.

A comienzos de enero, se había decidido ver la manera de avanzar sobre las distribuidoras eléctricas. El ministro de Planificación, Julio De Vido, evaluó entonces la posibilidad de quitarles las concesiones o capitalizar la deuda que las firmas tienen con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), pero ese plan quedó desactivado. Una medida de esas características hubiera desatado un conflicto con la italiana Enel, controlante indirecta de Edesur, lo que podría haber afectado la negociación con el Club de París. Por eso, el Gobierno se concentró sólo en asegurar que se incrementaran las inversiones para mejorar el servicio.