“La política salarial de la Argentina se fija en las paritarias. No nos entusiasma que en el sector privado se viole ese acuerdo de manera sistemática con bonos de fin de año”, indicaron fuentes oficiales en relación con el pedido que algunos gremios realizan de mejoras en los acuerdos salariales. Desde el Gobierno también descartaron que vayan a ofrecer sumas adicionales para los trabajadores de la administración pública. “La razón por la que instalan esta discusión es que desde algunos sectores quieren plantear un escenario de inflación descontrolada que está lejos de la realidad”, analizan desde el Ejecutivo.

Los adicionales de fin de año, de todas formas, están pactados en algunos sectores y probablemente sean una realidad para varias provincias. Sobre el tema de las compensaciones a la negociación salarial se refirió ayer el secretario general de la CTA, Hugo Yasky. El dirigente gremial consideró que “habría que pagar un bono universal de 2500 pesos a fin de año para atenuar el impacto de la inflación en los salarios de los trabajadores, que alcance a trabajadores privados y públicos y a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo”. Para Yasky, la particularidad de este año, que explica el reclamo, es que la inflación les ganará a los sueldos. Coincide, sin embargo, con el Gobierno en la descripción sobre la actitud de sectores empresarios: “Hubo ataques especulativos nefastos, embestida de los fondos buitre, una crisis regional, sectores del poder que quieren empujar una inflación, un año de turbulencias económicas”.

El Gobierno marca que en lo que va del año el incremento salarial en varios gremios grandes superó o empató a la inflación. Cita el caso de aceiteros (39 por ciento), alimentación (38), comercio (34), gráficos (31), metalúrgicos del rubro de autopartes (30), transporte de pasajeros (30), bancos privados (29), construcción (29) y administración pública, con el 28 por ciento.