La tormenta y la baja de la temperatura en la tarde de ayer trajeron algo de alivio a la ciudad de Buenos Aires, aunque con la caída de la noche persistían los cortes del suministro en diversos barrios porteños. Palermo, Once, Caballito y Flores surgían como las zonas más afectadas o al menos con mayor nivel de reclamos. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistió en que se está monitoreando la prestación del servicio y el cumplimiento por parte de las empresas de todos los compromisos asumidos. Desde la firma Edenor se intentó quitarle dramatismo a la situación, al asegurar que los cortes que se registran “son menores al promedio de otros años” y afirmaron que “son cortes normales que tiene cualquier distribuidor eléctrico cualquier día normal del año”.

Aunque las primeras denuncias por interrupción del servicio se remontan a la semana pasada, desde las distribuidoras aseguran que no son problemas ligados a las altas temperaturas. Sin embargo, el inconveniente se extendió el lunes a por lo menos nueve barrios de la Capital, cuando las temperaturas superaron los 33 grados centígrados, prolongándose el corte por varias horas. En algunos de esos barrios, como en el caso de Palermo y Once, el incidente se repitió en el día de ayer.

El mismo lunes, Capitanich mantuvo reuniones, junto al ministro Julio De Vido y autoridades del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), con directivos de las distribuidoras responsables de la Ciudad Autónoma y el Gran Buenos Aires. Allí se hizo un repaso del grado de avance de las obras que, por casi 4000 millones de pesos, se encararon este año para prevenir los problemas de suministro eléctrico en el verano. Pero las inclemencias de las altas temperaturas se anticiparon encontrando a muchas de esas obras a mitad de camino.

De cualquier modo, se sabe que la estrategia oficial no apunta a eliminar plenamente la posibilidad de interrupción del servicio en cualquier punto del área de atención, sino a garantizar la más rápida reposición cuando ocurra. Para ello, no sólo se ha encarado un plan de obras, sino que se les reclamó a las empresas –y se aportó el financiamiento desde el Estado– para reforzar los cuadros técnicos y aumentar la dotación de las cuadrillas que puedan dar respuesta a cualquier inconveniente.

Capitanich aseguró que, tras la reunión con las empresas, “se pudo corroborar que el número total de obras es extremadamente significativo”, y recordó que “si hay fallas en el servicio, son imputables a las empresas concesionarias y pueden dar lugar a que sean multadas por el ENRE”.

Por su parte, el vocero de Edenor, Eduardo Mirabelli, aseguró que en la última semana se registraron cortes que no están directamente relacionados con las temperaturas máximas alcanzadas, sino con que las temperaturas mínimas del día se ubican en escalones demasiado elevados. “Cuando se tienen muchos días de temperaturas mínimas muy altas, los cables no llegan a enfriarse y ahí es cuando se produce el problema”, sostuvo en declaraciones radiales. “Siete días con un poco de calor –sostuvo– suponen la reaparición de los fantasmas que vivimos entre diciembre y enero pasado, pero en los últimos siete días no tuvimos cortes asociados a la ola de calor, si se la puede denominar así.” Mirabelli precisó que el promedio de cortes semanales hasta el domingo 19 de octubre –desde un segundo hasta 3 horas, considerando alta, media y baja tensión– fue de 124 semanales promedio en lo que va de 2014. En tanto, “en la semana del 20 de octubre hasta ayer lunes, el promedio fue de 109, es decir, menos cortes que en el promedio del año”.

Por otra parte, para la atención de emergencias, Edenor asegura que cuenta con un stock de 60 grupos electrógenos “de un tamaño para alimentar a un cliente de un buen nivel de consumo”. En el caso de Edesur, se esperaba contar este verano con 200 grupos electrógenos más 5 subestaciones móviles que pueden llegar a alimentar varias manzanas, pero su arribo al país recién está previsto a partir de diciembre.