El juez de Nueva York Thomas Griesa instruyó al mediador Daniel Pollack para incluir en las conversaciones con la Argentina a todos los holdouts que reclaman en su tribunal un tratamiento similar al obtenido por los buitres NML Capital, Aurelius y Blue Angel. La decisión de Griesa delega en el polémico special master la capacidad de ampliar una hipotética mesa de negociación a aquellos fondos que todavía no lograron una sentencia definitiva, como EM Limited, de Kenneth Dart.

Hasta que la cláusula RUFO no venza –obliga a extender una mejor oferta a todos los acreedores–, la posibilidad de cualquier negociación está clausurada. El Ministerio de Economía afirma que para iniciar cualquier diálogo será necesario reunir no sólo a los demandantes que recurrieron al magistrado neoyorquino, sino ampliar la convocatoria al 7,6 por ciento de los acreedores que no ingresaron al canje. Sin embargo, el canal ofrecido por el abogado ha sido duramente cuestionado por el Palacio de Hacienda. A fines de septiembre, Pollack emitió un comunicado donde se apropió del discurso buitre. Afirmó que la Argentina estaba “en default” y señaló que esa situación “no es una mera cuestión técnica, sino un episodio real y doloroso que lastimará a gente real”. Junto con un vendaval de críticas, el Gobierno reclamó la remoción del parcial mediador.

La escasa legitimidad y parcialidad del special master resta potencia a la decisión del juez Griesa. Uno de los principales “beneficiarios” de la convocatoria ampliada que podría realizar Pollack es EM, cuya demanda original data de 2003 y es por 835 millones de dólares, aunque en el reclamo no queda claro si contempla los intereses vencidos.