“El sector hidrocarburífero es clave para el desarrollo futuro de nuestro país. En tal caso, la Ley de Hidrocarburos fue un paso fundamental de cara a nuevas inversiones en el yacimiento de Vaca Muerta y desarrollos futuros”, afirmó ayer Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG). El directivo fue el principal orador del encuentro por el Día del Petróleo y el Gas que se realizó en un hotel céntrico con la presencia de más de 1200 directivos de esta actividad. El titular de la cámara destacó que se frenó la baja de reservas en gas y crudo, mientras que se incrementó la explotación de combustibles no convencionales. Por su parte, entre los presentes hubo consenso en que la caída en el precio del petróleo (ver página 7) es de carácter cíclico y no impactará en los planes de inversión previstos para el país.

“Este año la industria de los hidrocarburos estuvo muy activa. Estimamos terminar el año con unos 1300 pozos perforados, un 9 por ciento más que el año pasado, y 105 equipos de perforación activos, que representa un 21 por ciento más que el año pasado”, señaló López Anadón. Durante el almuerzo compartieron mesa con el directivo Ronaldo Assuncao, de Petrobras; Abelardo Gallo, de Schlumberger, y Horacio Cristiani, de Gas Natural Fenosa Argentina. Estaba invitado el ministro de Economía, Axel Kicillof, pero el funcionario faltó por “un tema de último momento”.

Entre los datos que ofreció López Anadón, aseguró que en refinación “el año pasado se invirtieron 730 millones de dólares y este año se prevé concretar 1150 millones, lo que constituye una cifra histórica invertida en tan poco tiempo”. “En hidrocarburos no convencionales estamos produciendo un 60 por ciento más de petróleo y 44 por ciento más de gas que a inicios de año, lo que representa 3 por ciento de la producción total de crudo y 9,3 de la de gas”, afirmó el directivo, quien sostuvo que la industria hidrocarburífera “se encuentra abocada al logro de esa empresa (en referencia a Vaca Muerta)”.

Según estimó, para el desarrollo de gas en Vaca Muerta habrá que invertir a razón de 2000 millones de dólares por año en el país durante las próximas dos décadas para llevar el gas natural a cinco millones de usuarios más. “Este yacimiento genera un derrame, con perdón por la palabra, entre petroleros, a todas las industrias del país”, concluyó López Anadón.