Un estudio del Ministerio de Trabajo estimó que las empresas industriales que incumplen con la normativa laboral reducen abusivamente sus costos laborales hasta un 27 por ciento. Los resultados de la investigación, a los que accedió Página/12, ofrecen una magnitud de la “competencia desleal” que existe al interior del entramado fabril como resultado de la imposición de condiciones informales y precarias de trabajo. A partir de la información de las declaraciones juradas presentadas por las propias empresas ante la AFIP, la cartera laboral calculó que las firmas que contratan trabajadores sin registrarlos acceden a una rentabilidad entre 1 y 3 puntos porcentuales más alta, que aquellas que cumplen con la legislación.

La informalidad es la principal problemática del mercado de trabajo argentino. La tasa de empleo no registrado (medida como la ausencia de aportes a la seguridad social) alcanzó al 33,6 por ciento durante el tercer trimestre de 2014: alrededor de 4 millones de personas. Ese nivel representa una mejora significativa desde el 49,2 por ciento registrado en 2003. Si bien la penetración del empleo informal es menor que en la mayoría de los países latinoamericanos, los niveles se mantienen elevados en términos históricos.

En promedio, los trabajadores informalizados perciben salarios de “bolsillo” 33 por ciento más bajos que los de los trabajadores registrados. Quienes fuerzan esas formas de contratación obtienen una ventaja desleal frente a sus pares en el sector. “La competencia desleal se produce a partir de la reducción del costo laboral que implica la contratación de trabajadores sin registrarlos ya que no tributan las cargas sociales y pagan salarios de bolsillo inferiores a los percibidos por los asalariados registrados”, explica la investigación del Ministerio de Trabajo. Las principales conclusiones del estudio realizado por la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales reflejan que:

- En la mayoría de los sectores analizados los empleadores evasores obtienen un incremento de su rentabilidad de entre 1 y 3 puntos porcentuales frente a sus competidoras directas.

- La mitología económica asocia la informalidad al elevado costo fiscal de la registración para las unidades productivas de baja escala ocultando la extensión de los abusos entre las empresas industriales formales.

- Si bien 6 de cada 10 trabajadores informales se desempeñan en microestablecimientos, un 40 por ciento de los asalariados no registrados son empleados en compañías medianas y grandes. De los 15 sectores industriales analizados por Trabajo, en 11 las empresas evasoras tienen un promedio de más de 20 trabajadores registrados mientras que cuatro sectores tienen una media de más de 55 trabajadores.

- Para las firmas industriales que violan la normativa laboral, contratar trabajadores no registrados implica una reducción significativa del costo laboral. Para la mitad de los sectores evaluados, la reducción del costo laboral total alcanza como mínimo al 15 por ciento.

- Las empresas que incumplen con la normativa laboral en los sectores como minerales no metálicos, madera y alimentos son las que mayores ganancias abusivas de rentabilidad obtienen: entre 18 y 26 por ciento. Precarizar a algunos de sus asalariados permite a una empresa representativa en las actividades fabriles de cuero, metales comunes y muebles lograr achicar sus costos laborales 16 por ciento.

- La reducción en los costos que implica el incumplimiento de la legislación laboral termina funcionando como competencia desleal para aquellas empresas que trabajan en el marco de la ley.

- En la mayoría de los sectores industriales, la proporción de empresas que evaden la normativa laboral es elevada. Este porcentaje oscila entre un máximo que supera el 55 por ciento del total de las firmas para los sectores de producción de minerales no metálicos y madera, y un mínimo de 24 por ciento para la producción de aparatos eléctricos.

- La incidencia del trabajo no registrado en las empresas evasoras es heterogénea al interior de la industria, aunque en la mayoría de los sectores alcanza una magnitud relevante. En todos los rubros, excepto uno (aparatos eléctricos), la tasa de empleo no registrado supera el 20 por ciento. Incluso en tres sectores la tasa se eleva por encima del 30 por ciento (alimentos, madera y minerales no metálicos).

- En función del diagnóstico planteado, el flamante Registro de Empleadores con Sanciones Laborales (Repsal) establece un conjunto de penalidades y restricciones para que las empresas evasoras no puedan competir en forma desleal usufructuando las ventajas económicas derivadas de incumplir con las normas.