La Argentina se prepara para pagar 231 millones de dólares y 226 millones de euros correspondientes al vencimiento de intereses de los bonos Discount emitidos con legislación extranjera. Los fondos serán depositados en las cuentas especiales que abrió Nación Fideicomisos en el Banco Central. Con la sanción de la Ley de Pago Soberano, esa entidad reemplazó al Bank of New York Mellon como agente fiduciario de la deuda externa. Desde el Ministerio de Economía indicaron que si bien el vencimiento es el 31 de diciembre, los recursos estarán a disposición de los acreedores a partir del 2 de enero, el primer día hábil del año. Mañana es el último día de vigencia de la cláusula de Derechos Sobre Futuras Ofertas (RUFO por sus siglas en inglés). Esa disposición del contrato impide ofrecer a quienes no participaron de la reestructuración mejores condiciones financieras que las del canje, como pretenden los buitres.

Hasta ahora ya se realizaron dos pagos de intereses a través del nuevo mecanismo dispuesto para eludir el bloqueo del juez neoyorquino Thomas Griesa. El primero fue por el vencimiento de los bonos Par del 30 de septiembre de 2014, por un total de 68 millones de dólares y 73 millones de euros, y el segundo se trató del Global 17, que venció el 17 de octubre por 42 millones de dólares. En ninguna de esas oportunidades los acreedores que tienen los títulos emitidos en el canje recurrieron a las herramientas disponibles en la Ley de Pago Soberano para acceder a esos fondos. No obstante, aunque ya se privaron de percibir en tiempo y forma alrededor de 700 millones de dólares, tampoco iniciaron acciones legales contra el país ante la imposibilidad para cobrar.

Los fondos que serán depositados hoy en Nación Fideicomisos –el contrato exige que se transfiera al fiduciario 24 horas antes de la fecha de pago– son prácticamente idénticos al pago del 26 de junio: el vencimiento semestral de intereses de los bonos Discount. Esos dólares y euros se encuentran retenidos en las cuentas que tiene el antiguo agente pagador, el Bank of New York Mellon, en el Banco Central. Desde entonces, la entidad con sede en Manhattan fue desplazada y reemplazada por Nación Fideicomisos.

En el equipo económico indicaron que están trabajando en el diseño de los mecanismos para permitir que algunos fondos de inversión extranjeros cobren los últimos tres vencimientos abriendo cuentas en el país. Sin embargo, no hubo novedades concretas en ese sentido. La Ley de Pago Soberano entregó al Palacio de Hacienda un amplio menú de alternativas que, hasta ahora, no fueron utilizadas para garantizar el pago. La viabilidad de esos caminos requiere el involucramiento activo de los fondos de inversión propietarios de los bonos con legislación extranjera –motivados por el deseo/necesidad de cobrar– y la colaboración de algunos intermediarios en la cadena de pagos. Hasta ahora, la legislación logró (nada más y nada menos) evidenciar la voluntad y capacidad de pago del país.

Además del pago a los bonistas reestructurados en las cuentas de Nación Fideicomisos se depositarán 100 millones de dólares a cuenta del 7,6 por ciento de buitres y holdouts que no ingresaron a los canjes. Esos acreedores sólo podrán acceder a los recursos si resignan la vía judicial y aceptan las mismas condiciones de pago ofrecidas en los canjes de 2005 y 2010.

Mañana es el último día de vigencia de la cláusula RUFO, la principal traba esgrimida por el equipo económico para avanzar en cualquier negociación con los buitres. Sin embargo, la caída de esa restricción no garantiza la inminente apertura de un canal de diálogo. El Gobierno exige que cualquier mesa de negociación debe contar con la participación del conjunto de los buitres y holdouts que no ingresaron a los canjes.