La actividad económica retrocedió 0,8 por ciento en el tercer trimestre respecto del mismo período del año pasado. A diferencia de este desempeño, el Indec informó ayer que en octubre hubo una expansión del 0,8 por ciento en relación con el mes anterior, lo cual fue la variación mensual más elevada del año. La mayor tranquilidad en el mercado cambiario tras el recambio de autoridades del Central y el mayor control en las operaciones ilegales en la plaza parecieron tener repercusión inmediata sobre las expectativas. El clima de inestabilidad de los meses anteriores, con fuerte presión sobre los precios y desánimo de los consumidores, en muchos casos alimentados por visiones trágicas de parte de analistas y medios del establishment, se fueron disipando en la medida en que las reservas internacionales tendieron a estabilizarse. También se fue diluyendo la expectativa sobre una brusca devaluación y, con ello, se empezó a sentir el resultado de las políticas de estímulo al consumo a partir del inicio del cuarto trimestre.

Luego de cuatro meses de estancamiento, la economía local anotó un repunte en octubre, al crecer cerca de un punto porcentual. El consumo de la población fue un factor importante para explicar esta expansión, lo que se manifestó en el dinamismo de las compras realizadas a través del programa Ahora 12. Un documento de la Secretaría de Comercio al que accedió este diario precisó que aparatos domésticos de línea blanca, materiales de la construcción, indumentaria y calzados fueron los rubros que computaron el mayor incremento de ventas. El informe destacó que en la semana del Día de la Madre hubo un pico de negocios. El plan de 12 cuotas sin interés del Gobierno para financiar el consumo de productos nacionales cuenta con 84.736 comercios adheridos en todo el país, al tiempo que desde su lanzamiento a mediados de septiembre explicó ventas por 5.076 millones de pesos y más de 2,5 millones de operaciones en los locales.

Además del consumo, la inversión privada también registró una recuperación a partir de la mayor tranquilidad cambiaria y la disminución de las expectativas de devaluación. “La construcción fue una de las claves para entender el repunte de la actividad, puesto que anotó una fuerte expansión en septiembre y en octubre”, dijo a este diario Andrés Asiain, del Ceso. Agregó que “el plan de créditos Pro.Cre.Ar ocupó un papel relevante para incentivar la edificación a través del segmento de viviendas particulares”. La suba de jubilaciones, el incremento de las paritarias, que empezó a sentirse a partir de la mitad del año, y el aumento de las asignaciones sociales también ocuparon un rol significativo, según el economista, para darle mayor impulso al nivel de actividad económica. En lo que se refiere al próximo año, Asiain aseguró que el Gobierno deberá pagar 12 mil millones de dólares de deuda pública, lo cual puede ser un factor limitante para el crecimiento.

Pese al mayor dinamismo de octubre, el flojo desempeño de las distintas ramas de la economía en los primeros tres trimestres del año permite observar los efectos de la devaluación de principio de año, al tiempo que posibilita registrar sectores ganadores y perdedores de la corrección cambiaria. Entre enero y septiembre, el bloque manufacturero acumuló una contracción del uno por ciento respecto del mismo período de 2013, la construcción retrocedió 1,4 por ciento y el comercio minorista-mayorista computó una disminución del 3,1 por ciento. A diferencia de la caída de negocios en las actividades productoras de bienes, el sistema financiero (bancos) computó un alza del 12,8 por ciento para convertirse en el bloque que más creció en 2014. Otros sectores que computaron una expansión fueron servicio de hotelería y restaurantes, con una suba de 2,1 por ciento, y servicio de salud, con 2,6.