Los 231 millones de dólares y 226 millones de euros correspondientes al pago de intereses de los bonos Discount, emitidos con legislación extranjera, que Argentina depositó en las cuentas de Nación Fideicomisos en el Banco Central, estarán a partir de hoy a disposición de los acreedores. Se trata del tercer depósito realizado a través del nuevo mecanismo de pago establecido para eludir el bloqueo del juez de Nueva York, Thomas Griesa. Ninguna de esas transacciones culminó su recorrido hasta las cuentas bancarias de los acreedores, quienes siguen imposibilitados de percibir sus rentas. Como los fondos quedan encajados en las cuentas de Nación Fideicomisos en el Banco Central, el desembolso no será reflejado como una caída en las reservas internacionales. En 2014 el stock de la autoridad monetaria culminó en 31.433 millones de dólares (ver aparte). Quienes sí cobrarán hoy son los bonistas que tienen títulos en pesos regidos por la ley argentina. Ese pago representa una suma equivalente a los 500 millones de dólares.

Junto con el pago a los bonistas reestructurados en las cuentas de Nación Fideicomisos fueron depositados unos 100 millones de dólares a cuenta del pago del 7,6 por ciento de los buitres y holdouts que no ingresaron a los canjes. El artículo 9 de la Ley de Pago Soberano creó un fideicomiso especial en otra cuenta de Nación Fideicomisos para depositar esos pagos como muestra de “buena fe y la capacidad de pago del país”.

La legislación establece que esos acreedores solo podrán acceder a los fondos si abandonan la vía judicial y aceptan las mismas condiciones de pago ofrecidas en los canjes de 2005 y 2010. Sin embargo, la contundencia de esa disposición podría flexibilizarse si Argentina y los buitres encarasen una negociación a partir del vencimiento de la cláusula RUFO.

La Ley de Pago Soberano permitió desplazar al Bank of New York Mellon (BoNY) y reemplazarlo como agente fiduciario por Nación Fideicomisos. La entidad estadounidense mantiene congelados en sus cuentas los 539 millones de dólares que depositó el país a nombre de los bonistas el 26 de junio. En ese momento se realizó un pago muy similar al que hoy está a disponibilidad de los acreedores. La falta de cooperación del BoNY obligó a cambiarlo por una entidad que no estuviera alcanzada por las órdenes del sistema judicial estadounidense. Por eso se eligió a la subsidiaria del Banco Nación.

El mecanismo debutó con el pago de los intereses de los bonos Par del 30 de septiembre. Se abonaron entonces 68 millones de dólares y 73 millones de euros. El segundo depósito en Nación Fideicomisos fue para cancelar el vencimiento del Global 17. Fueron 42 millones de dólares que se pagaron el 17 de octubre. En ningún caso los acreedores que tienen los bonos emitidos durante la reestructuración recurrieron a las herramientas contempladas en la Ley de Pago Soberano para intentar hacerse de sus fondos. Desde el equipo económico indicaron en reiteradas oportunidades que el mecanismo iba a ser utilizado por algunos inversores, pero hasta el momento no hubo avances.